Tiberíades agradece a las entidades convocantes del prestigioso Premio Internacional de Poesía ‘Pilar Fernández Labrador’ por permitirnos difundir, a modo de primicias, un manojo de poemas inéditos que forman parte del libro ganador de la VIII edición. ‘Ensayo sobre la belleza y el desorden de las cosas’, el cual sobresalió entre los 1304 trabajos presentado a la VIII edición de este galardón salmantino.
El jurado estuvo integrado por Pilar Fernández Labrador, António Salvado, Carmen Ruiz Barrionuevo, Jesús Fonseca, Alfredo Pérez Alencart, Carlos Aganzo, José María Muñoz Quirós, Inmaculada Guadalupe Salas y David Mingo. Victoria Pérez Castrillo actuó como secretaria. Para Carmen Ruiz Barrionuevo, reconocida como una de las más importantes especialistas en Literatura Hispanoamericana a nivel mundial, y quien escribirá el prólogo del libro que saldrá bajo el sello de la Diputación de Salamanca, destaca: “Margarito Cuéllar, en ‘Ensayo sobre la belleza y el desorden de las cosas’, plantea un itinerario que conlleva el descubrimiento de una nueva tierra en la que también encuentra la belleza y el desorden. ‘La niebla desarticula la belleza y el orden de las cosas’, reflexiona, a punto de emprender ese viaje sobre el que termina imponiéndose la mirada que plasmará en el poema: la belleza que comporta el desorden, la descomposición y el extravío del mal, junto con el reto de la negación y lo intangible de las cosas. Frente a ello la poesía es escalofrío y estremecimiento, y el poema reducto necesario en el que se vuelca la lectura del mundo, o la observación de cuanto vive sobre la tierra, aunque sea evanescente, caduco y limitado”.
Margarito Cuéllar es autor de una decena de poemarios muy valorados por la crítica especializada y ha obtenido importantes reconocimientos por los mismos, el último otorgado en Huelva el año 2020, el Premio Hispanoamericano de Poesía Juan Ramón Jiménez, por su libro ‘Con Nadie, salvo el mundo’. Otros reconocimientos son el Premio Iberoamericano de Poesía Carlos Pellicer (2014) o el Premio Hispanoamericano Festival de la Lira (Ecuador, 2019).
La selección ha sido hecha por el poeta A. P. Alencart, coordinador literario del Premio Internacional de Poesía Pilar Fernández Labrador.
DOMINGO Y UNA CIUDAD CUALQUIERA
A LM
La niebla desarticula la belleza y el orden de las cosas.
Las voces del antiguo lago
y el rumor de los ahogados que ahí descansan:
caligramas que los arqueólogos descifrarán mañana.
Guardo la imagen en mis bolsillos
incluido el domingo la bruma
los monitores de la sala de espera
y el pase de abordar.
El avión despega y las cosas se hacen pequeñas.
Una mancha de insectos con llantas o en dos pies
desplazándose en cámara lenta
es lo que se conserva del paisaje
LOS DÍAS OSCUROS
A FR
Las noches no saben de los días
los días no entienden a las noches
y la bruma se llama de otro modo.
Al quitarnos la venda de los ojos
todo es igual. Exactamente igual
a como estaban las cosas
tras el espejo ciego de la patria.
POESÍA
Humo que escapa de las chimeneas y se pierde en el aire hasta que de su esencia no queda
nada. Aire acondicionado que produce una tos incómoda mientras un escalofrío
recorre la espalda hasta que nadie se acuerda de dónde viene esa música.
Molesta ese olor a desdicha a rosas descompuestas y a tragos de abandono.
Aroma de muchacha en una clase de fonética.
Residuos de sol en el pelo de los gatos polvo que deja un cosquilleo incómodo
en la piel.
La pierna ausente del diabético en un carnaval en una carrera de piezas solitarias
o en un bar inyectándose insulina.
Recuerdo de los que todo lo extraviaron: la brújula el deseo de volver los zapatos
las cartas de navegación y la mirada. Noche ebria de dolor bajo los agujeros del cielo.
Última canción de la fiesta cuando todos se han ido y ya nadie recuerda los motivos
del viaje.
Una cosa caminando sobre la cola de un tigre
una familia de marmotas perturbando la vida de los peces
ave rapaz que pone en riesgo la vida de los gorriones.
MUCHACHA DE FREDONIA
En sus ojos todas las aves del mundo
pero también espejos y palabras no dichas.
En su risa se detienen los ríos
y filtran por las piedras
de una montaña a otra su música solar.
De lo alto la vegetación a los latidos de la belleza
el verano cae gota a gota sobre los campos
y el crepúsculo deja un tono quebradizo en la piel.
El día se apaga y las sombras se alejan
ya sin sol que interrumpa los destellos del aire
para verte pasar
como una estrella roja en el ocaso.
DE LA BELLEZA Y EL DESORDEN DE LAS COSAS/ 1
¿La belleza se deja acariciar
como el lomo de un tigre con alfiles?
¿Alguien ha deshojado la belleza?
¿Y las horas febriles tienen algo qué ver
o qué decir en contra o a favor de la belleza?
Sobre el tablero del poema van tus ojos.
Y no sé si lo que brilla fuego adentro es un adiós
o el último eslabón
en la cadena alimenticia de la belleza.
DE LA BELLEZA Y EL DESORDEN DE LAS COSAS/ 2
No entiendo al que se habla
de tú con la belleza
pero arroja la piedra
y al ocultar la mano
en vez de golpes
lanza caricias con veneno.
DE LA BELLEZA Y EL DESORDEN DE LAS COSAS/ 3
Dar brillo a la sintaxis
para nombrar lo que en silencio crece.
Te llamaría vasija o diente roto
pero te llamo esponja horas de julio
y los sintagmas que robé para nombrarte
se secan se evaporan o se incendian.
NOTICIAS DEL SUR
Una mujer de profundas luminosas heridas.
No es de este mundo el dolor que la cubre
pero emite unas extrañas luces
que llaman la atención desde lejos.
Sigo sus pasos pero no deja huella.
Dibujo con fuego señales en el aire
y aunque la lluvia lava el horizonte
por alguna razón que desconozco
me pierdo en el atlas de los mares.
Sé que está ahí porque escucho una nota
parecida al cristal cuando se rompe
porque no hay días y las noches abundan
y se activan las lunas de sus ojos
disminuye la niebla
y es posible orientarse y perderse otra vez.
ÁNGEL EXTRAVIADO
Cuando partieron al muchacho
en una curva de la carretera
pensé en algunos ángeles.
El primero en aletear fue el ángel de Rilke
después la criatura de Bandeira
y por último el ángel de Nuno Júdice.
Pero los ángeles no se desplazan en auto
las chicas no lloran por ellos
y no falta quien les arroje una piedra
y hasta queme sus alas.
Se cansan pronto al subir una cuesta
o si apagan una rosa encendida.
“¿Cómo este ángel maltrecho no tiene alas?
¿Las oculta en un compartimento secreto
de su espalda? ¿Las perdió en una apuesta?
¿Le brotarán mañana?
El ángel desconcertado
toma un tequila doble en el rincón de una taberna
y no sabe a dónde o cómo regresar.
DECLARACIÓN DE PATRIA
Lo que llamamos patria
son para mí tus ojos
que de un país a otro
cruzan sin pasaporte
las fronteras
y apaciguan los tigres
de la ira.
¿Alguien sabe del fuego en los bolsillos
que se quema despacio
para nombrar a solas las heridas?
Imagen de cabecera: Margarito Cuéllar (foto de Rogelio Ojeda)