Tiberíades agradece a la destacada poeta venezolana María Antonieta Flores por permitirnos difundir siete poemas de su más reciente libro.
un día mi padre decidió morir
no recuerdo el día exacto
ni las palabras que dijo
pero lo supe en ese momento
había cerrado las puertas
para consumirse
alejado de cualquier visita
que es decir abrazo
que es decir palabra
o amor
escucho sus excusas
en silencio absoluto
extiendo mi mano como un deseo
que nada atrapa
a veces me detengo
por algo sutil que pasa
la muerte es un roce
el último camino del hambre
la sazón crece en la memoria niña
todo se ha perdido y en un diente de ajo
se recobra un mundo
allá van hurgando
en constante agonía los huesos perdidos
pueden quemarse en una fogata
sin agua para el olvido
el trozo de pan duro es sólo un deseo hecho humo
campanas sin iglesias
un pueblo bajo las aguas
los diques son cementerios
codicias
la humedad estorba
la mujer busca algo entre las aguas
los difuntos una queja
flota un esqueleto
de mano en mano pasa el cuenco
los metales un sonido con brillo
en la orilla un animal espantado
las manos no descansan
han cosido también plegarias
ejercicio asignado a otro
pero a veces el deseo es un dolor que se enrosca
empecinado
en los genitales
ese paisaje secreto que se dibuja en los sueños
en el aire
con los trazos del aroma
pero ya sé que el deseo sabe serenarse
huir del cuerpo
abrazarse a la melancolía
con un pie en la esperanza
y en los sueños dibujo el paisaje
de un pene erecto
milagroso
cuyos últimos latidos
me despiertan
tan alambrada
con las raíces acalambradas
y giro sobre mi hombro para empiernarme con el que aún duerme

dulce de guayaba delicada
si fuera esa mezcla
esa de dulce y aroma
de azúcar y pulpa
de espuma
y saciara tus papilas
hasta disolverme
haciéndome tu sangre
aroma de deseo
si fuera el tejido transparente de la cocción
la nube que del recuerdo queda más allá de la piel
y permanece
olor y sabor que te anda
alquimia del fuego y de las manos
presentimiento
una mujer todo lo inventa
todo está en lo que escucha y no le dicen
en lo que ve y no mira
donde no está tu voz ni tus palabras
no está tu cuerpo ni tú
una mujer ha visto sentido escuchado
lo que allí no está el rumor
de las alas el incendio del alma
desde la nebulosa se inventa en lo inexistente
bajo tu aliento y tus palabras
abre los ojos
solo está la quimera
un último desaliento en los rincones del sueño
levanta los velos
habla nadie le cree
se arrodilla
te repite cuidadosa lo que le has dicho
lejos de esta realidad y de la tuya
una mujer te hace aparecer

los gozos del sueño
han llegado como espinas encendidas
para el fulgor de las noches
sólo aguardan el día que brota de los acantilados
porque todo es caminar entre la vigilia y el sueño
transcribir las señales
escuchar cada paso que se adentra en la incógnita de las alas
el vuelo suspendido en los límites del alba
allí empieza todo
somos la alborada
el canto que despliega un ave perdida en medio de la luz
así nacen los sueños
como las llamaradas
y sus brasas caen sobre mi cabeza
una y otra vez cada día
a veces cenizas otras veces candelas
con una palabra
para hacernos abrazos
es la dicha cavada en las líneas de mis manos
a veces candelas otras veces cenizas
con el silencio
porque tú y yo estamos en los gozos
para secreta alegría
María Antonieta Flores. (Caracas, 1960). Poeta, escritora, editora, profesora universitaria jubilada. Magister en Literatura Latinoamericana. Ha publicado los poemarios: El señor de la muralla (1991), Canto de Cacería (1995. Premio de Poesía de la I Bienal de Literatura Municipal “Augusto Padrón” 1994), Presente que no en ausencias (1995), Agar (1996), criba de abril (1998), Los trabajos interminables (1998. Mención Premio Municipal de Literatura 1999), índigo (2001. Premio Único del Primer Concurso Transgenérico de la Fundación para la Cultura Urbana), limaduras (2005), la voz de mis hermanas (2005, 2021), regresaba a las injurias (2009), madera de orilla (2013), temples (2014), deletérea (2015), las conductas discretas (Bogotá, 2020), los gozos del sueño (Oscar Todtmann editores, 2021). En ensayo, obtuvo el Premio Municipal de Literatura “Rafael Angel Insausti” mención Ensayo 1996 (Barinas, Venezuela) con Sophia y Mythos de la pasión amorosa editado en 1997 y ganó el Premio de Ensayo Literario de la IV Bienal de Literatura Mariano Picón Salas 1997 con Espiral sonora. Lectura de Ida Gramcko. Autora del monólogo Como una mariposa, estrenado en 2018. Recibió el Honor prizes (for complete work) Naji Naaman’s Literary Prizes 2016, otorgado por la Naji Naaman’s Foundation for Gratis Culture, de Líbano, por su trayectoria completa. Finalista del VII Premio Internacional de Poesía Pilar Fernández Labrador en 2020. Su poesía ha sido traducida al inglés, italiano, alemán, francés, portugués, rumano. Ha sido, también, incluida en más de veinte antologías nacionales e internacionales, entre ellas, Rasgos comunes. Antología de la poesía venezolana del siglo XX (Pre-Textos, 2019). Ha participado como poeta invitada en distintos festivales y encuentros internacionales en Colombia, Brasil, Argentina, México, Romania, Austria, Costa Rica, Nicaragua, Panamá, Perú. Es la editora y fundadora de la revista de poesía digital el cautivo http://elcautivo.net/, creada en 2004.

One thought on “María Antonieta Flores: ‘los gozos del sueño’”
Erika Reginato 10/05/2022 at 6:22 am
He tenido el grato honor de conocer la poeta y la poesíA de María Antonieta Flores,versos de interminables tejidos en espacios donde el trabajo poètico sigue para encontrar el silencio del amor y sus cenizas en el sueño.
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