D. Cortés Cabán

El justo y los pecadores (Salmo 1)

1    Bienaventurado el varón que no
anduvo en consejo de malos,
Ni estuvo en camino
de pecadores,
Ni en silla de escarnecedores
se ha sentado;
2    Sino que en la ley de Jehová
está su delicia,
Y en su ley medita de día
y de noche.
3   Será como árbol plantado junto
a corrientes de aguas,
Que da su fruto en su tiempo,
Y su hoja no cae;
Y todo lo que hace prosperará.

4   No así los malos,
Que son como el tamo
que arrebata el viento.
5   Por tanto, no se levantarán
los malos en el juicio,
Ni los pecadores en la
congregación de los justos.
6   Porque Jehová conoce
el camino de los justos;
Mas la senda
de los malos perecerá. [1]

Un estudio basado en las particularidades expresivas de un salmo nos podría acerca de un modo más eficaz al tema que lo caracteriza. Por supuesto, somos conscientes de que cada salmo contiene sus propios motivos y peculiaridades. Comprendemos que las personas sensibles, guiadas por el espíritu, no necesitarían ningún método especial para comprender lo que el espíritu mismo revela a través de una lectura reflexiva pues en la lectura bíblica lo más importante, y de mayor valor para quienes han tenido el nuevo nacimiento, es una relación más íntima con Dios. Es precisamente esa relación íntima la que debe contener una experiencia más constructiva para poder aplicarla a la vida diaria; un conocimiento que nos lleve a recordar, por ejemplo, lo que Jesús mismo dejó dicho en el Evangelio de Juan: «Escudriñad las Escrituras; porque a vosotros os parece que en ellas tenéis la vida eterna…» (Jn. 5:39); y lo que más adelante expresará en libro de Apocalipsis: «Bienaventurado el que lee, y los que oyen las palabras de esta profecía…» (Ap. 1:3).
El Salmo 1 presenta dos conceptos fundamentales que contrastan el tema y el mensaje [2]. En primer lugar, tenemos el varón justo; y, por otro, el malo. La primera estrofa abarca hasta el verso: Y todo lo que hace prosperará [3]. La segunda comienza, No así los malos… hasta cerrar la proyección expositiva del Salmo con la frase, «Mas la senda / de los malos perecerá». En la primera estrofa hallamos un verso que apunta al capítulo 17: 8 de Jeremías: «Porque será como el árbol plantado junto a las aguas, que junto a la corriente echará sus raíces, y no verá cuando viene el calor, sino que su hoja estará verde; y en el año de sequía no se fatigará, ni dejará de dar fruto». Esta analogía, esta imagen del árbol, se convertirá en un símbolo recurrente en las Escrituras para señalar las cualidades de aquellos cuyo andar depende totalmente de la presencia de Dios. Los árboles, así también los frutos, los ríos y el viento establecen vínculos directos con la naturaleza y la vida del creyente. He aquí algunos elementos simbólicos de este salmo:

Símbolos de la naturaleza:                Símbolos del espacio físico:
árbol                                                      camino
fruto                                                       senda
hoja
río                                                    Símbolos del tiempo:
corriente                                                noche
tamo                                                      día
viento

De entrada, el primer verso nos habla de las «bienaventuranzas» del justo frente a quienes andan por caminos de maldad. Tres condiciones caracterizarán la vida del justo y nos revelan su modo de pensar [4]:

a) no anduvo en consejo de malos
b) no estuvo en camino de pecadores
c) no se ha sentado en silla de escarnecedores

       Las razones de esa «bienaventuranza» quedan fijadas en la primera estrofa y anuncian la forma de vivir del justo. Pero en la segunda estrofa hay tres referencias que caracterizan la conducta del malo. Por ejemplo: (1) los malos se reúnen para aconsejarse entre sí, (2) los malos siguen sus propios caminos, (3) los malos crean sus propios modelos de conducta para burlarse de los justos.
El primer cuadro nos ofrece una visión de la vida del justo. Los verbos en pretérito indefinido establecen el primer escenario para luego hablarnos de la ley, la delicia y la meditación; tres rasgos del varón representativo de Cristo y de la semblanza de un verdadero creyente [5]. Las delicias vendrán por la vía de la meditación en la ley. Esta meditación requiere pensar en cosas espirituales, teniendo presente las ordenanzas dadas a los hijos de Israel: «Y amarás a Jehová tu Dios de todo tu corazón, y de toda tu alma, y con todas tus fuerzas. Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón; y las repetirás a tus hijos, y hablarás de ellas estando en tu casa, y andando por el camino, y cuando te levantes», Deuteronomio 6: 5-7. [6] Por eso, la «bienaventuranza» resaltará la conducta del creyente y de su fe. En este contexto, la comparación del «árbol plantado junto a las corrientes de agua», representa una vida consagrada al Señor. El árbol evoca una imagen de los creyentes que se abandonan confiadamente en los brazos de Jesús para llevar abundantes frutos. El árbol y las corrientes son una expresión vivificante de quienes andan por el camino de la verdad. En Juan 14: 6, Jesús dijo de sí mismo: «Yo soy el camino, y la verdad, y la vida…» Así el camino que aparece en este salmo adquiere profundas connotaciones al asociarlo con Jesucristo, siendo Cristo mismo el único camino.
En Isaías 35: 8 hallamos también declaraciones aleccionadoras sobre el profundo sentido de este camino: «Y habrá allí calzada y camino, y será llamado Camino de Santidad; no pasará inmundo por él, sino que él mismo estará con ellos; el que anduviese en este camino, por torpe que sea, no se extraviará». A través de estos contextos y perspectivas el camino aquí nombrado representará al Mesías profetizado por Isaías en el capítulo 7: 14.

El camino… Foto de Elke Karin Lugert en Unsplash

No obstante, en la segunda estrofa, el camino que observamos contiene otra realidad. Se refiere a los que hacen de la maldad un estilo de vida y cuyos pensamientos están influenciados por el mal:

a) son como el tamo  [7]
b) son llevados por el viento
c) no se levantarán en el juicio
d) perecerán igual que su senda

       Los elementos utilizados aquí («tamo», «viento») señalan la puerilidad de la vida del que, desde el punto de vista espiritual, escoge un camino equivocado como declara el proverbio: «Hay camino que al hombre / le parece derecho; / Pero su fin es camino / de muerte», (Pr. 14: 12).
Estos enfoques conceptuales sobre el camino del malo y el camino del justo proyectan dos modelos de vidas que exponen distintas realidades. Son en sí mismos conceptos del bien y del mal que revelan la imagen del que anda en la verdad y del que escogió la senda equivocada. Las frases «la ley de Jehová y su delicia» y «la ley de Jehová y su meditación» exponen las virtudes del justo. Por eso, la meditación en la Ley y la expresiva delicia que emana de los estatutos divinos proveerán fortaleza y paz a quienes siguen el camino de la justicia. De modo opuesto, el malo, incapaz de comprender su naturaleza pecaminosa seguirá por la senda de su propia destrucción. En la Biblia de Estudio MacArthur [8] se nos ofrece un comentario que transcribo juntamente con el bosquejo a continuación:

«Mediante dos ciclos de contraste, el Sal. 1 separa a toda la gente en su categoría espiritual respectiva»:

I. Por observación toda la gente es separada éticamente (1: 1-4)

A. Un retrato de los piadosos (1: 1-3)

B. Un retrato de los impíos (1: 4)

II. Por resultado, toda la gente es separada judicialmente (1: 5, 6)

A. El fracaso de la gente impía (1: 5)

B. El fruto de sus estilos de vida (1: 6)

1. Reconocimiento de los piadosos (1: 6a)

2. Ruina de los impíos (1: 6b)

      Sobre la vida del «bienaventurado», también añade lo siguiente: «Desde la perspectiva del individuo, se trata de un profundo gozo y consentimiento en Dios. Desde la perspectiva de la comunidad creyente se refiere a un favor redentor…»  [9] Este comentario expresa una profunda realidad acerca de las bienaventuranzas. Gozo y felicidad son sentimientos inherentes en quienes andan de acuerdo al espíritu. Reconocemos así que la soberanía y la omnisciencia de Dios sacará a la luz lo recóndito de cada corazón. Nada puede ocultarse de Dios. Él conoce la maquinación de todo pensamiento. ¿Qué cosa secreta hay para Dios? ¿Quién puede esconderse de su mirada?

New York
Verano, 2022

David Cortés Cabán en la salmantina Plaza de Anaya (foto de Luis Borja)

David Cortés Cabán (Arecibo, Puerto Rico, 1952). Cortés Cabán posee una Maestría en Literatura Española e Hispanoamericana de The City College (CUNY). Fue maestro en las Escuelas Primarias de Nueva York y profesor adjunto del Departamento de Lenguas Modernas de Hostos Community College of the City University of New York. Ha publicado los siguientes libros de poesía: Poemas y otros silencios (1981), Al final de las palabras (1985), Una hora antes (1991), El libro de los regresos (1999), Ritual de pájaros: antología personal (2004), Islas (2011), Lugar sin fin (2017), entre otros. Sus poemas y reseñas literarias han aparecido en revistas de Puerto Rico, Estados Unidos, Latinoamérica y España. En 2006 fue invitado al III Festival Mundial de Poesía de Venezuela, y en 2015 a la Feria Internacional del Libro de Venezuela (FILVEN), dedicada a Puerto Rico. Ha participado en los Festivales Internacionales de Poesía de Cali, Colombia (2013), y de Managua, Nicaragua (2014). En 2014 fue invitado a presentar “Noche de Juglaría, cinco poetas venezolanos”, en Berna y Ginebra, Suiza. Ese mismo año la Universidad de Carabobo, en Valencia, Venezuela, le otorgó la Orden Alejo Zuloaga Egusquiza en el Festival Internacional de Poesía. Reside en la ciudad de Nueva York desde 1973.

David Cortés Cabán estuvo invitado al XXII Encuentro de Poetas Iberoamericanos, a celebrarse en Salamanca del 14 al 17 de octubre de 2020, bajo la dirección de A. P. Alencart.

Notas

[1] Reina-Valera (1960). «El Salmo 1 no indica cuándo fue escrito, pero debe haber sido antes de Jeremías 17: 5-8, que es una paráfrasis del Salmo 1. Este Salmo es sapiencial. Es decir, es un canto de sabiduría. Su estilo sapiencial enseña por contrastes. Su vocabulario también es típico de la literatura sapiencial». Ver Comentario Bíblico Mundo Hispano, Salmos, Tomo 8, 7ta Edición. Por Mervin Breneman, Eduardo G. Nelson y Ricardo Souto Copeiro, (El Paso, Texas, Editorial Mundo Hispano, 2018), pág., 63.

[2] «Hay varias maneras de clasificar los salmos; muchos son clasificados según el contenido: penitenciales, mesiánicos, acción de gracias, salmos de confianza. Durante el siglo XX surgieron nuevos estudios que han enfatizado más la forma literaria y el género de cada salmo.» Ver, Eduardo Nelson G., Marvin Breneman, Ricardo Souto Copeiro, Comentario Bíblico Mundo Hispano, Salmos, Tomo 8.  6ta Ed., Texas, Editorial Mundo Hispano, 2018, p. 26.

[3] Utilizo las palabras en cursivas para resaltar algunas frases y conceptos.

[4] Podríamos recurrir y, a la misma vez, establecer conexiones entre las distintas categorías de bienaventuranzas que hallamos a través de la Biblia. Por ejemplo: «Bienaventurado tú, oh Israel (Dt. 33: 29); «Bienaventurado el hombre a quien Dios castiga (Job. 5:17); «Bienaventurado todos los que en él confían (Sal. 2: 12); «Bienaventurados los perfecto de camino (Sal. 119: 1); «…bienaventurados los que no vieron, y creyeron» (Jn. 20: 29). En El Apocalipsis podemos ver también seis bienaventuranzas en los capítulos: 1: 3; 14: 13; 16: 15; 19: 9; 20: 6; 22: 7. Por supuesto, estas bienaventuranzas comprenden distintos matices y situaciones, todo depende del contexto y del sentido que expresen.

[5] Véase, Wilson Najar, Una apreciación de los Salmos: «El salmo 1 describe al que a primera vista puede ser cualquier creyente espiritual, pero a segunda vista el Varón Bienaventurado es el Señor Jesucristo. De manera parecida el 133 trata del pueblo de Dios en una feliz comunión entre sí, pero se nota en el trasfondo un cuadro de Cristo». [D R A, Valencia, Venezuela, enero 2007]. Academia Educa, https://www.academia.edu. Consultado: 12 de junio de 2022.  Ver pág., 95.

[6] Biblia Reina-Valera.

[7] Tamo: «Partícula o residuo vegetal sumamente volátil que, a veces, se usa simbólicamente para designar lo superficial, sin valor y fácilmente destructible… Cuando se trillan los granos, especialmente el trigo, una paja muy liviana, especie de polvo, se separa. Esta es fácilmente llevada por el viento. Por eso se utiliza la palabra para describir aquello que es efímero, lo que no permanece, lo inconsistente». En Diccionario Enciclopédico de Biblia y Teología, https://www.biblia.work.diccionarios (Consultado: 4 de julio de  2022).

[8] John MacArthur, Biblia de Estudio MacArthur, Tennessee, Editorial Vida, 2015, p. 692. (Edición en inglés: The MacArthur Study Bible 1997, por Thomas Nelson, Inc.) Traducción al español por Luis Martín Álvarez, John A. Bernal, Luis Miguel Contreras, et al.).

[9] Ibid., 692.

Imagen de cabecera inspirada en el versículo «Será como árbol plantado junto
a corrientes de aguas». Fotografía de Tim Hill en Pixabay.



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