Fue un gobernante y conquistador mixteca (1063-1115 DC). Unificó los reinos del sur en la costa pacífica del actual México.
quien conquista mata
En su primer viaje extrajo latidos de mujeres poderosas, hombres guerreros y animales silenciosos. Ofrendas que los dioses transformaron en dones.
la muerte es torrente de máscaras
abre su boca y surge un rostro
Traspasó con un punzón su hueso nasal e inauguró una dinastía. Gobernantes de la tierra lo ungieron como soberano. Encendió el fuego nuevo.
el presente y el azar
lo que es
Los tlacuilos o escribas relataron su vida en varios códices. Sobre la larga tira de láminas de piel de venado y cubierta con estuco, escribieron y pintaron sus viajes y conquistas: los pictogramas. A veces solo en el anverso, otras en el reverso de la tira brillaron logogramas y glifos. La larga piel fue doblada como un biombo y para leerla hay que seguir las serpenteantes líneas rojas.
Luego de la conquista española, la mayoría de los códices fueron quemados para que sus palabras no ofendan a Dios o convoquen seres y batallas. Las voces fueron condenadas como la de Spinoza: maldito sea de día y de noche, al acostarse y levantarse, al entrar y salir. Que no sea leída y escuchada su palabra y sea borrado su nombre debajo de los cielos.
y es que morir es empalar tu voz
Otros códices fueron secuestrados, cruzaron el Atlántico y se convirtieron en ofrendas para los reyes. Unos terminaron en la chimenea de alguna casa. Los que se salvaron fueron bautizados con nombres de quienes los vendieron. Pocos fueron escondidos por los dueños de las palabras y también por sacerdotes de los conquistadores.
Algunos fueron mutilados, arrancadas las láminas.
secciones de mi piel desaparecieron
instantes donde el signo
es memoria y voces
tatuaje
La unión de cada lámina es la doblez, final de la saga e inicio de otra.
el tiempo tiene pliegues y cuerdas
el espacio es su reverso
la página en blanco
el anverso
incitación
Ocho Venado llegó a los cinco puntos del mundo: El Movimiento. En cada punto el Árbol que vive allí miró sus ofrendas y escuchó sus oraciones: La Colina del Tablero o El Cerro Oscuro, en el norte. La Colina del Sol, en el este. El Templo del Cráneo o La Casa Ancha, en el sur. El Río de Ceniza, en el oeste. Y en el centro, El Templo del Cielo, el quinto punto.
el centro del viaje es la llegada y la partida
donde nos escuchamos
Árboles de sangre y agua sostienen el reverso del cielo y sus raíces de lava lo unen al sol invertido: el núcleo de la tierra.
En su segundo viaje Ocho Venado, Garra de Jaguar amarró años y soles. El tiempo fue atado como un morral, ligero, deseando volver.
búmeran
Así cruzó el anverso de ríos y mares. Y ahí donde las aguas se unen con el reverso del cielo conquistó La Casa Turquesa del Sol, morada del dios Muerte, quien le otorgó más dones. A su regreso flotó en calabazas sobre el anverso de las aguas. Reinó por un tiempo en el fuego nuevo.
quien conquista también muere
y es que a la muerte seducen
todos los rostros
es la única que te reconoce
en la multitud
El latido de Ocho Venado fue ofrendado a los dioses por sus contendores.
su latido
anida en quienes desafían fronteras
en el viaje mínimo y en el que no termina
resuena ahora en mi piel
códice de voces
En: Códice de Voces. Trashumante Ed, 2022.
María Aveiga del Pino (Ecuador, 1966). Escritora, antropóloga y empresaria. Ha publicado los poemarios: Bajo qué carne nos madura (Mantis, ed. Quito 1990), Oc (Abrapalabra, Quito 1993), Puerto Cayo (Eskeletra, Quito 2000). El libro de narrativa Cuentos populares y mitos indígenas del Ecuador (Olañeta/Librimundi, España 2003). El estudio etnográfico La Pasión de Jesús. Alangasí, (Premio Ministerio de Cultura del Ecuador 2012). Poemas, (La Cabra, México, 2013). La selección de poesía Deseo y Tierra, la Colección 2alas. (El Ángel Editor, Quito, 2013). Personal Anthology (Valparaíso ed, USA 2019) Antología Personal (Valparaíso, ed, España, 2021). Códice de Voces (Trashumante Ed, Quito, 2022)