Poemas de

Homero Carvalho Oliva: Poemas de ‘Reconstrucción del vuelo’ y de ‘Los Reinos Dorados’

 

Tiberíades tiene la satisfacción de publicar una muestra de dos libros del poeta boliviano Homero Carvalho Oliva, quien está invitado para participar en el XXVII Encuentro de Poetas Iberoamericanos, a celebrarse en Salamanca el mes de octubre.


POEMAS DEL LIBRO ‘RECONSTRUCCIÓN DEL VUELO’
(Editorial Kipus, Cochabamba, 2020, finalista del Premio Pilar Fernández Labrador,
con el título de ‘Ornitosofía’).

Lección de ornitología

Volando en las faldas de Nemesia,
mi abuela materna,
mientras el verano se despojaba
del bochorno como piel de serpiente,
la escuchaba nombrar a las aves
en su misterioso idioma movima,
ancestral lengua amazónica.
Señalaba el grande árbol del patio
babałkwakwa’a, decía,
ahí está el nido del pajarito,
en el vientre del árbol, aclaraba.
Más allá un cho:dis, matico;
cerca de nosotros, comiendo guayaba
un chuwi:sa, un cardenal.
¿Sabés porqué se llama cardenal?
No, abuela, dígame
Los cardenales de la iglesia católica
visten de rojo intenso,
para que todos sepan que son los jefes.
Aves hay que son espíritus del bosque,
conocen la puerta para subir al bosque de arriba,
porque nosotros vivimos en el bosque de aquí,
y los aparecidos, en el bosque de abajo del suelo.
Cada día, hijo mío, mira el cielo,
siempre mira alto,
hasta que tus pies tengan raíces en las nubes,
mira el náufrago cielo hasta que las aves
vuelen en tus ojos.

Pez y ave

Los días eran nuevos,
tan nuevos que el mundo era una curiosidad,
en esos días yo era un pez y un ave.
Era un martín pescador
rompiendo la piel del agua;
a la sombra de las flores
era un pez en la pradera.
De niño fui un pez golondrina,
como los que vuelan los mares del sur.

Una tarde, cerca del crepúsculo,
fui a la verde llanura del río Yacuma,
me tendí de espaldas sobre el húmedo suelo,
cerré los ojos, intenté olvidar la ebria hierba
que quería retenerme en la Tierra,
un instante, una era, un aeón,
abrí mis ojos de golpe, caí al cielo
caí al cielo
caí al cielo.

Página con mujeres

Las mujeres de la mañana,
recorren el mercado del pueblo
como aves en un jardín;
van de las frutas a las flores,
de las verduras a la carne
y sus manos son alas
batiendo donde posarse.
Las mujeres de la mañana
hacen del mercado
un Paraíso.

El canto

En el corazón de la naturaleza,
donde la selva duerme en espléndido reposo,
anida el Cuyabo, ave Dios,
su canto activa ancestrales nostalgias;
los ayoreos, expulsados de sus montes,
por los madereros y los petroleros,
extrañan a la pequeña ave de canto lúgubre.
Caminan por el cemento y la basura
la indiferente ciudad no los ve,
recolectan dinero,
piden limosna y cariño.
En la noche, el pájaro fantasma,
Asohnà, se les aparecerá
en sus sueños nostálgicos,
anunciando que pronto
llegará la hora de volver al monte.

Decisión

En el maizal
una parvada de cuervos
bellos y oscuros, conspira,
no atacarán al espantapájaros
atacarán a su creador.

POEMAS DEL LIBRO ‘LOS REINO DORADOS’
(Editorial La Mancha, Santa Cruz de la sierra, 2007)

Mi padre

Mi padre
extiende su brazo
y abriendo su puño
sopla la palma de su mano
dejando escapar en ligera brisa
fabulosas imágenes que se pierden en el aire

Me muestra remotos reinos
que se extinguieron en la tierra
pero ninguno de ellos se parece
a nuestros Reinos Dorados me dice

Los exploradores cuentan
que estaban en las selvas de Moxos
y eso no es cierto
que lo cierto es
que la selva estaba en los Reinos Dorados

Los nombres

Los nombres
nos eran revelados por
los espíritus protectores de la selva

Un graznido y nacía el cuyabo
un rugido y aparecía el jaguar
a los árboles los nombramos
con palabras cifradas y secretas
ochoó les llamamos
tajibo les llamamos
un breve oleaje y gritábamos caimán
un desliz en el follaje y sicurí susurrábamos
con el bello arairiqui nominamos a las estrellas

Los mismos espíritus
crearon la yuca para que
inventemos la chicha y el chivé

Tan joven era todo
que los de arriba
nos llamaron musus
que en la lengua de los inkakuna
quiere decir tierra nueva

Conocíamos
los nombres de los animales
y ellos sabían de nuestros sueños
nos anunciaban la llegada de la muerte
y se alborotaban jugando con los niños

En los Reinos Dorados
nacíamos con el don del entendimiento
cada nación hablaba su propia lengua
pero todos sabíamos que cuando
alguien decía Amarumayu
se refería al Río de las Serpientes

Candire

Candire
Candire
repite mi padre
ese era nuestro nombre
así nos llamábamos nosotros
aunque muy pocos lo recuerden

Ahora nos llaman Beni
como otro de nuestros ríos
tal vez para que no olvidemos
que todos los ríos conducen
a los Reinos Dorados

Allá nadie recordaba
los nombres de las ciudades
y todas eran conocidas como
la ciudad de la orilla del río

Ahí están

Ahí están
los terraplenes construidos
con millones de conchas marinas
las insólitas lomas artificiales
sedimentadas con vetustas cerámicas
de exquisitos y reveladores adornos
sobre las que enterrábamos los cuerpos
de quienes se nos adelantaron en el viaje
al mundo de adentro

Ahí están
para el que quiera verlos
los inmensos camellones
elevados campos de cultivos

Los incontables canales de desagüe
que se convertían en calles
y avenidas fluviales de los Reinos Dorados

Ahí están
las monumentales obras
de ingeniería hidráulica
los interminables diques
que cruzan las pampas
de los llanos de Moxos

El misterio sigue ahí
basta escarbar un poco
en el prodigioso suelo
de los Reinos Dorados
y allí bajo la piel terrena
están las tablillas que cuentan
las maravillosas crónicas de lo que fuimos
la historia de la cultura del Agua
anterior a aquellas que trabajaban la Piedra
y veneraban a las Montañas

Vestigios imposibles
de cuando dominábamos
los vastos secretos de las aguas

Homero Carvalho Oliva (Santa Ana del Yacuma, Beni, Bolivia, 1957). Escritor y poeta, ha obtenido premios de cuento, poesía, microcuento y novela a nivel nacional e internacional. Su obra literaria ha sido publicada en otros países por prestigiosas editoriales y traducida a varios idiomas; poemas, cuentos y microficciones suyas están incluidos en más de cincuenta antologías internacionales, además de revistas y suplementos literarios por todo el mundo. Es autor de antologías de poesía, de cuentos y microcuentos publicadas en varios países, como la Antología de poesía del siglo XX en Bolivia, publicada por la prestigiosa editorial Visor de España y la Fundación Pablo Neruda, de Chile; así como también de selecciones personales de su poesía y de sus cuentos. Dirige las colecciones digitales de novela y microficción de la editorial española BGR y su obra es estudiada en universidades de Iberoamérica.

Homero Carvalho en México, siendo retratado por Pascual Borzelli



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