Poemas de

Mario Meléndez: siete poemas de “Partitura para aves de mal agüero”

Tiberiades agradece al destacado poeta chileno Mario Meléndez por permitirnos difundir siete textos de su último poemario “Partitura para aves de mal agüero” (RIL editores, Chile-España, 2023).

 


Louis Armstrong / Neil Armstrong
dos héroes de USA
Trompetas que vencieron la fuerza de gravedad

El jazz es una brújula para aquellos astronautas
que vuelven a casa
Una frase repatriada en los archivos del Times

Alguien olvidó mis anteojos en la luna
Eso dijo Thelonious a su sicoanalista

Y aquel viejo contrabajo flotando en el espacio
como una lágrima del Misisipi envuelta para regalo
sudor de negros en la frente de un cometa
saliva de ángeles en el ombligo de Dios

Un minuto de silencio por el compañero Gagarin
Un minuto de silencio también por mí
dice la muerte sentada en la batería
Estas baquetas se las robé a un demonio llamado
Cozy Cole

Debemos lavar los pies a las hormigas
no pueden andar así adentro de la nave
La NASA es estricta en esto (Neil Armstrong
Otra frase desempolvada del Times)

O esa foto de Louis en Los Campos Elíseos
El niño que aparece de espaldas se asemeja a Rimbaud
Las ranas cantan mejor que usted / le dice
son más afinadas a la hora de hacer el falsete

Un balde de agua fría para Louis
que ahí mismo improvisa una ráfaga de grillos
malhumorados

Sería un mimo perfecto / le recomienda Marceau
su rostro evoca ciertas nubes que amenazan desangrarse

El jazz es una brújula para aquellos eternautas
que vuelven a casa
Eso dijo Thelonious a su sicoanalista

Pero el silencio es una fosa clandestina
que amontona epitafios en el vacío
(Miles Davis / Otra frase estrangulada en los archivos
del Times)

Un tenor venido a menos

Qué fue de aquel canario que se estrellaba contra
los vidrios
-tres en punto de la tarde-
como un “viento divino” en el humo de Pearl Harbor
Aquella ave que gemía como un jazz entrecortado
entre el alpiste rancio y un agua moribunda
que ni las moscas se atreverían
Un tenor venido a menos / reconoció Lady Swan
mientras pintaba unas brevas afrodisiacas
arrebatadas en el jardín de las delicias
Se lo llevó la hija del mayordomo
Lo sueltan en un garaje para que siga en lo suyo
-tres en punto de la tarde-
como un fantasma desmalezando la oscuridad
Un día nos enteraremos que ha dejado este mundo
Honor y gloria a sus cicatrices / a sus plumas
malhumoradas
a su canto atrincherado en los oídos de la muerte
Honor y gloria / repetí
y brindamos con un champagne desvanecido
más viejo que el canario

Acción de gracias

Día 1

Enterró el cuchillo en el cuerpo de Cristo
lo cortó con la pericia de un viejo cirujano
y lo dejó sobre la mesa junto al plato
de ensaladas
Oremos / dijo / mientras entraba en un éxtasis
anterior al deseo
Pero los niños ya habían devorado las orejas
Los padres se peleaban los intestinos
La abuela mordía un riñón en la cocina
El perro huía con los huesos al cuarto
de invitados
Sólo quedó la cabeza girando sobre sí misma
La muerte los miró con infinita clemencia
limpió el cuchillo en la barba de Cristo
y volvió al cementerio con la cabeza bajo
el brazo

 

Naturaleza muerta

Los que mataron a la cebolla
volverían a la escena del crimen
para hacer tiro al blanco
con esas uvas afrodisiacas

Los agujeros en el jarrón
no lograrán que las dalias
se inquieten
ni menos
que los membrillos cambien
de aroma
al ver cómo agonizan
las ensaladas

El cadáver de la lechuga
será exhumado
a fin de constatar lesiones
Mientras los sesos de las brevas
esparcidos en el techo
presagiaban al último Pollock

Qué bien lucían los tomates
antes de cortarse las venas

A Pessoa una sola personalidad

Los gatos no leen a Pessoa
tiene más vidas que nosotros / dicen
rasguñando el retrato de Soares
como si llevara barba postiza
o erizando la cola frente al Libro del desasosiego

Escribir la biografía de Campos
es hacerse el harakiri en ayunas / aseguran
los heterónimos 7 y 12
Mejor orinar ciertos versos de Tabaquería
donde tres ratas fuman hachís
ocultas en un cofre que semeja el olvido

El abuelo de Caeiro era albino / señalan
los heterónimos 10 y 13
Sus rebaños todavía pastan en el vacío
mientras el paisaje vuelve a casa con la cola
entre las piernas
y bala toda la noche su canción desesperada

¿Qué sería de Ricardo* sin su carta astral? /
comentan los heterónimos 15 y 16
una oda de polvo / una flor de ceniza en manos
de Ofélia
un canto de aguas servidas en el río de su aldea

El poeta jamás será un fingidor / remata
Sá-Carneiro**
Talvez un heterónimo de la muerte que se aferra
a su tabla de náufrago
o que escribe sus iniciales en el muro de los lamentos
o viaja de polizón en la nave de los locos

Y no da para más / ni para menos tampoco

A Pessoa
una sola personalidad

*Ricardo Reis.
**(Lisboa, 1890 — París, 1916), fue un poeta y novelista, uno de los mayores exponentes del Modernismo en Portugal.

 

La realidad es un cuadro de van Gogh

Dos cuervos desinflan el aire
a picotazos

El silencio se corta una oreja
en mitad de la calle
Un niño la recoge
y escucha ensimismado
el río de los muertos
¿Quién nada en estas aguas?
pregunta
mientras saca un anzuelo
de su boca

Carbono 14

Carbono 14 es la bestia más vieja
de este recinto
Se desconoce su fecha de nacimiento
o si tiene lugar de origen
Sólo sabemos que se alimenta
de fósiles marinos
y que llora todas las noches
por un amor de juventud

 

 

Mario Meléndez es un poeta chileno nacido en Linares (1971). Entre sus libros figuran: Vuelo subterráneo, El circo de papel, La muerte tiene los días contados, Esperando a Perec, Jardín de escombros y El mago de la soledad. Parte de su obra se ha traducido a diversos idiomas. En 2012 fija su residencia en Italia y al año siguiente recibe la medalla del Presidente de la República Italiana, concedida por la Fondazione Internazionale Don Luigi di Liegro. En 2015 es incluido en la antología El canon abierto. Última poesía en español (Madrid, Visor). En 2017 algunos de sus poemas aparecen traducidos al inglés en la mítica revista Poetry Magazine de Chicago. En 2018 regresa a Chile para asumir como editor general de la Fundación Vicente Huidobro. En 2022, RIL editores publica su obra poética reunida bajo el título Apuntes para una leyenda y la antología Réquiem para frutas suicidas. Es considerado una de las voces más originales de la nueva poesía latinoamericana.

“Una poesía sólida, con un eficaz manejo del lenguaje; siempre inquietante y a veces pesadillesca, pero no exenta de humor, sitúa al poeta chileno Mario Meléndez en la primera línea de su generación en Latinoamérica. Una poesía que se sostiene en cualquier idioma”. (ÓSCAR HAHN. Premio Nacional de Literatura. Chile, 2012)

“En la escritura de Mario Meléndez la libertad imaginativa es tan poderosa que nos desliza sin descanso del puro juego al ramalazo iluminador, de la asociación libérrima que nos divierte a la punzada del dolor, de la inocente cotidianidad a lo macabro, bordeando siempre lo surreal pero con un ancla firme en el mundo concreto. Atravesada por el humor y la ironía, su poesía, que se alimenta de obsesiones, de poetas amados, de una evidente pasión por las palabras, nos otorga a cada paso una belleza extraña y una forma única de conocimiento”. (PIEDAD BONNETT. Poeta y narradora colombiana)

“Mario Meléndez es chileno, pero ha vivido en México y en Italia. Tiene apellido de poeta neoclásico y, sin embargo, el carcaj de su poesía contiene flechas modernísimas que apuntan al corazón del siglo XXI. La belleza que habita en sus versos es diferente, acaso única. Está hecha de sorpresas, de juegos de lenguaje más o menos sofisticados (dependiendo del objetivo que se plantea en cada verso). Es la suya una poesía muy panamericana, muy telúrica, pero a la vez muy delicadamente surrealista. Sus poemas son como un cuadro de Magritte que se hubiera pintado allá en lo alto de la cordillera andina, en un nido de cóndores”. (LUIS ALBERTO DE CUENCA. Poeta y ensayista español)

 




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