Hay ciudades infinitas. Ciudades que persisten con sigilo —o con estruendo— en ese tiempo absoluto que habita entre las letras. Ciudades, que han servido de marco o de compuerta preservando los secretos de sus sabios, archiveros, rectores y poetas. Salamanca es una de ellas: una ciudad infinita. Una ciudad, ya sin fronteras, hecha de piedra, luz y bronce. Una ciudad de plazas vivas, bibliotecas y aulas madres donde el verso, la tertulia y el saber transcriben sueños, con la cifra y los esquemas de sus libros y maestros.
Honrada por su afecto, hoy regreso a esta infinita ciudad de Salamanca envuelta, en buen refugio, por un honor que me supera. Aquí, frente a la plaza mayor más hermosa de España, disfruto, con sigilo, por el borde de mis nervios, mientras agradezco y saludo desde mi alma panameña (y española) al ilustre Ayuntamiento de Salamanca, a su señoría el alcalde municipal don Carlos Manuel García Carbayo y, desde mi corazón, con un cariño inmenso: al inagotable y querido Alfredo Pérez Alencart así como a todo el equipo responsable de la puesta en orden de este oficio luminoso.
A mi lado, abrazo a mi vecino geográfico, el muy querido poeta colombiano Omar Ortiz Forero quien me acompaña en esta distinción, y extiendo también mi admiración y respeto a los tres poetas grandes aquí galardonados: Hugo Francisco Rivella, poeta magnífico, quien regresa a su Argentina decorado con la ilustre Medalla Fray Luis de León, y a los formidables Pío E. Serrano, de Cuba, y José María Muñoz Quirós, de España, a quienes va justamente dedicado en homenaje la celebración de este XXVII Encuentro de Poetas Iberoamericanos “Para sitiar el asombro”, poetas venidos con sus lenguas españolas o lusitanas desde América y Europa hasta esta ciudad infinita: Salamanca, sede de la eterna poesía.
Y yo, con este memorable pergamino entre las manos y el calor de la amistad poética en el cuerpo, volveré a mi sierra madrileña, a San Lorenzo de El Escorial, donde me esperan mis ordenadores, mis papeles, mi biblioteca y mis pinceles. Regresaré, oportunamente, también a mi ciudad de Panamá; a ese pequeño istmo entre dos mares al que, de muchas maneras, me arrastran en su deriva las razones de mis letras. Pero sabiendo, desde hoy, eso sí, que en cualquier lugar que esté mi hogar sentiré como propia a esta infinita, dorada, ilustre y literaria Salamanca, donde celebro con humilde alegría el honor de ser nombrada huésped distinguida. Y la razón es muy sencilla: ¿Qué puede ser más hermoso que le abran a una las puertas –y los balcones del ayuntamiento– de la misma ciudad en la que Fray Luis, Unamuno, Santa Teresa, Nebrija, Gabriel y Galán y el mismísimo Cervantes se asomaron a su historia?
Por esto –y por mucho más–, todo lo que desde Salamanca llegue hasta mi corazón poético será siempre agradecimiento.
Salamanca, 14 de octubre de 2024


GIOVANNA BENEDETTI
Nacida en la ciudad de Panamá, República de Panamá, se educó en liceos de Panamá, Suiza, Estados Unidos y Francia. Estudió Derecho y Ciencias Políticas en las universidades Nacional de Panamá, Autónoma de Barcelona y Complutense de Madrid. Es doctora en derecho y especialista, por la UNESCO, en derechos humanos de la cultura.
Poeta, cuentista, dramaturga y ensayista, ha ganado en seis ocasiones el Premio Nacional de Literatura Ricardo Miró de Panamá –el más importante de su país–. Es también Premio Internacional de Periodismo José Martí de Cuba, Premio Mihai Eminescu de Rumanía y Premio Latinoamericano de Ensayo Histórico de la Universidad Simón Bolívar de Barranquilla, Colombia. Es miembro de la Academia Panameña de la Lengua y fue directora general del Archivo Nacional de Panamá. Trabajó, por muchos años, como experta internacional en derecho de autor y derechos culturales para la UNESCO, y como consultora internacional del Centro Regional para el Fomento del Libro de América Latina y el Caribe (CERLALC), Colombia. Su obra ha sido traducida parcial o totalmente a diecinueve idiomas.
Entre sus obras: La lluvia sobre el fuego (cuentario, 1982); El sótano dos de la cultura (ensayos, 1985); El revés del derecho de autor (ensayos, 1987); Entonces, ahora y luego (poemario, 1992); El tambor de la agonía (poemario, 1993); Las claves de Lorca (ensayo, 1997); El camino de los andantes: Bolívar y Don Quijote (ensayo histórico-literario, 1998); Entrada abierta a la mansión cerrada (poemario, 2006); Maqueta y figuración de los derechos culturales (UNESCO, estudio analítico, 2014) Música para las fieras (poemario, 2016); Vértigo de malabares (cuentario, 2017); Después de los objetos (poesía reunida, 2018-19), Vigilia de Antígona (poema dramático en siete cantos, 2022); Caragabí (poesía selecta, 2023); La razón poética de María Zambrano (ensayo, 2023); Fatamorgana (poemario, 2024).
Ha participado en numerosos festivales y encuentros literarios, destacando: el 30º Festival Internacional de Poesía de Medellín, Colombia (2020); el Festival Internacional de Poesía de Curtea d’Arges, Rumanía (2016 y 2019); el Festival Internacional de Poesía de Madrid (2018); el Encuentro Internacional de Poetas Iberoamericanos de Salamanca (2019, 2023 y 2024), el Encuentro Hispanoamericano de Escritores en París (2017, 2019 y 2023), el XVII Festival Internacional Palabra en el Mundo, Chiapas, México (2024). Fue invitada como conferencista y lectora in situ, al Trinity College de Dublín, Irlanda y al Rilke Poetry Center de Praga, Chequia.
Giovanna Benedetti es también pintora, dibujante, escultora y ceramista. Tiene dos hijas y cinco nietos y vive desde hace más de una década en San Lorenzo de El Escorial, Madrid, España.



Imagen de cabecera: Foto de Luís Aguiar