Agradecemos a María Isabel Andrade (Mei), de Argentina, que desee compartir sus poemas en nuestra página. Aquí tienen algunas de sus composiciones en verso, aunque también escribe reflexiones y relatos cortos sobre la fe en Jesús.

El ayer y el hoy

Si ayer no alabe y adore en espíritu y en verdad,
Fue porque no entendía su Evangelio de Reconciliación.
Si ayer era un mortal rebelde a su poderosa voz,
Fue porque mi corazón orgulloso deseaba trazar su camino pecaminoso.
Si ayer no abracé la inmensa verdad de su Palabra,
Fue porque el velo en los ojos lo impidió.
Si ayer no morí por necia, insensata y pecadora,
Fue porque alguien Supremo mantiene misericordia hasta hoy.
***
Cuanta paciencia para un corazón tan terco.
Hoy el Ser Soberano, el Dios Verdadero,
Operó mi cuerpo mortal para cambiar el corazón de piedra.
En su gracia formó un corazón de carne que siente y ama lo espiritual.
Hoy el velo quitó y su sacrificio me alcanzó, hasta me rompió.
***
Si hoy mis ojos miran al Eterno,
Es porque el Eterno consumió su ira en su Hijo: el Amado.
Si hoy pronuncio palabras a su gloria,
Es porque el Cordero perfecto dijo “consumado es”.
Si hoy escribo para exaltar la belleza de su grandeza,
Es porque el Verbo se hizo carne y habito con los mortales para darse a conocer.
Si hoy tengo aliento de vida eterna,
Es porque el digno Dios levantó a su Hijo de la muerte.
Si hoy puedo amar a Dios con todo mi corazón, mente y fuerza,
Es porque él me amó primero al enviar a Jesucristo a la cruz.
Si hoy disfruto ser cuerpo de Cristo representado por la iglesia
Es porque Jesús cumplió la voluntad del Padre.
***
El Eterno Dios se entronó en mi corazón.
Llanura y plenitud de gozo vivo hoy,
Porque el cordero inmolado fue y victorioso a la muerte venció.
A él glorifico eternamente y para siempre. Amen.

 

Voz del Consejero

Voces, gritos, susurros
¿Dónde está el consejero?
Los tormentos de la mente que atan
¿Dónde está el que rescata?
Ansiedad que acompaña desde la niñez
¿Dónde está el descanso?
No, no es para esto la vida. Vuelta a lo que es.
Aquello sometido en el molde se restaura.
Voces, gritos y susurros callan
ante la Voz del Consejero, del Rescatista,
de quien es nuestro descanso.
Una placida victoria da en la batalla mental
de los pensamientos desordenados.
Ahora, vaciada de mí ya estoy.
Vasija ya reconstruida, limpia y reluciente.
Ven y toma tu lugar Espíritu de Dios,
lléname de tu agua cristalina, palabras de vida.
Mi corazón quiere responder a Ti,
ven y toma tu lugar Espíritu de Dios.

Saciedad eterna

Alma sedienta, bebe del agua de tu buen bebedero.
No, no necesitas otro recipiente.
No, no busques en pequeños arroyos estancados.
Ríos de agua viva correrán en tu interior
si bebes de la fuente correcta.
Te vi, seca, raíces muertas.
Te veo, brotes verdes, flores renacientes
¡Qué alma resplandeciente!
Virtuosa y sabia del buen escoger:
la fuente de vida eterna.
Dios es tu deseo ahora, tu alma sedienta solo por Él.
Contempla su gloria, su hermosura, su buen obrar.
Florece en su Palabra sabia,
raíces eternas y vivas recorran tu alma
Ya saciada del agua viva.

Bendita Soledad
Abrace la soledad con fuerza al sentir el abismo.
Y me enamoré del silencio que me enseñó a escuchar.
Se apagaron las voces del exterior y me arrinconé a la soledad.
Fría y cruel se sentía. Hasta que la amé.
En la soledad entendí el misterio de la vida.
En la soledad encontré el propósito del alma.
Me querías y acá estoy.
Me enseñaste a visibilizar la soledad desde otro parámetro.
Bendita mirada que me regalas.
Bailo en la soledad, abrazo la soledad.
Porque en ella me encontré con la Sabiduría.
Sabiduría que me hizo entender la belleza de la soledad.
Es que ¿realmente estoy en soledad?
Un Espíritu se enseñorea en mí soledad. Tan sola no creo estar.
Me permito abrazar la soledad para comprender la Sabiduría Espiritual.
Sabiduría que me rodea y enseñorea.
-Mei-

Brota

Encanto desterrado
al abismo más profundo que no imagine.
Siento caer sin fuerzas para volver
¿Dónde quedó la esperanza de vida?
Fugaz desapareció aquello a lo que me aferré.
Encanto del sueño que no volverá,
como un hechizo me congeló
Fugaz ilusión de un encanto macabro
¿Cuándo terminaré de caer?

Desciendo y solo tengo en mano un libro.
Profundidad de las letras cautiven los pensamientos,
para darles vuelo hacia nuevos encantos duraderos.
Placer de la literatura y la historia,
sumerjo mi esencia en el nuevo mundo.
Caí, lastimada y con dolor, pero el alma brotó.
Una fuerza a lo valiente Débora nació.
Escale del más hondo abismo.
Me aferre al libro como Débora a su valentía.

En medio de la sociedad fría,
poderosos buscan la destrucción del débil
Pero nunca podrán mientras haya esperanza de vida.
Talvez más dolida, pero en la ferviente lucha por la restauración.
Ser débil, levanta la mirada al cielo para dar frente a tu hacedor.
Busca tu sostén en Dios y lucha hasta el fin.
Así como Débora aferrada a su valentía,
Para vencer a los Cananeos
así me aferro al libro que me da vida: la Biblia.
Sus literaturas e historias anidan en mis pensamientos.

Ahora entiendo las luchas de fe.
Sigamos peleando la buena batalla,
en una sociedad invadida de hacedores,
que buscan la destrucción
de aquellos que ellos consideran débiles.

Cisterna quebrada

Desgarro del alma.
Del alma entenebrecida.
Sequedad espiritual.
De un espíritu muerto.
Las cisternas propias resquebrajadas.
Orgullo y egoísmo humano se derrama.
La sequedad implora por Fuente de agua viva.

Dolor del corazón.
De un corazón no regenerado.
Ven pronto Salvación mía y Redención mía.
Salvación que desata el enredo de mis profundidades.
El tormento de mí soledad.
Extiendo mí mano al Ser Supremo.
Del abismo más extremo te llamo.
Fuente de agua viva, revive mi espíritu.
-Mei-