El pasado 24 de abril se presentó, en el salón de actos de la Primera Iglesia Bautista de Madrid, el segundo poemario del reconocido teólogo Máximo García Ruiz, miembro del Consejo Asesor de Tiberíades. El libro, titulado Poemas bíblicos, ha sido publicado por Hebel Ediciones, de Santiago de Chile, dirigida por el poeta y pastor presbiteriano Luis Cruz-Villalobos, también miembro de Tiberíades. En el acto hubo lectura de poemas por parte de varios rapsodas, así como un texto de presentación a cargo del profesor Patrocinio Ríos, autor del prólogo. De este libro es la selección de textos que ahora ofrecemos.
(Reportaje fotográfico de MGala)
Tiempo para todo
Eclesiastés 3
Todo pasa y todo llega
y todo vuelve a pasar.
Sólo quedan los recuerdos
y otra vez vuelta a empezar.
Hay tiempos para reír
y tiempos para llorar.
Muchas veces el bien triunfa.
Otras, prevalece el mal.
Siempre quedará el recurso
de salvar la honestidad
y defender con denuedo
nuestra propia dignidad.
Cuando el malvado te asedia,
y el odio te hace temblar,
el silencio es buen refugio.
Hemos de elegir callar.
Ya vendrán tiempos mejores
en los que poder hablar.
Tengamos siempre presente
las formas del verbo amar.
Amor filial
Libro de Ruth
Es el hambre (siempre el hambre)
quien los saca de su hogar.
Emigran a tierra extraña
en busca de bienestar.
En Moab la suerte cambia,
allí formarán su hogar.
Los hijos hallan pareja.
La vida vuelve a empezar.
Pasado el tiempo, las cosas
vuelven de nuevo a cambiar.
El padre e hijos fallecen
y las viudas ¿dónde irán?
Ruth se vincula a su suegra
y le muestra devoción.
Quiere arrancar de su pecho
la amargura y el dolor.
Noemí y Ruth se coaligan.
Quieren volver a Belén.
Su pariente Booz les brinda
todo lo que ansían tener.
La nuera Ruth simboliza
el amor puro, filial.
Un amor que nada espera
y que compensa Jehová.
Las bienaventuranzas
Mateo 5: 3-12
Si te sientes acosado
por defender la verdad;
si luchas por la justicia
contra el hambre y por la paz.
Eres bienaventurado.
Si eres misericordioso
o manso, recibirás
misericordia de Dios
y tierras por heredad.
Eres bienaventurado.
Si rugen los poderosos
a causa de tu bondad;
mira al cielo con orgullo,
sin olvidar tu humildad.
Eres bienaventurado.
Calumniado y perseguido
por la causa del Señor,
como fueron los profetas.
Dios te da su galardón.
Eres bienaventurado.

Destierro
Libros de Esdras y Nehemías
Desterrado a Babilonia
vuelve el pueblo de Israel
esclavizado de nuevo
como en tiempos de Moisés.
Pasan las generaciones
alejadas de Israel.
Sólo queda la memoria
y el deseo de volver.
La memoria los conecta
con los profetas de ayer,
con la épica sagrada
y con su pueblo, Israel.
La Sinagoga reemplaza
al lugar de adoración.
Estudiar las Escrituras
cubre toda su ambición.
Varios son los dirigentes
que asumen la dirección,
y así se va estructurando
de nuevo la religión.
Judíos serán llamados
en recuerdo de Judá.
Esdras actúa de líder
en el nombre de Jehová.
Vuelven de nuevo a su patria,
donde tienen que lograr
reconstruir las murallas.
Vuelta de nuevo a empezar.
Ahora les queda el gran Libro,
un referente sin par.
Escritas quedan las leyes.
Este libro es la Torá.
Débora
Jueces 4-6
Cuando en apuros se vieron
estos hijos de Israel,
a Dios clamaron pidiendo
clemencia. Para volver,
Superados los aprietos,
desvíos a cometer
y sufrir las consecuencias
de inobediencia a Yavé.
En uno de estos aprietos,
Dios elige a una mujer,
Débora, que en aquel tiempo
gobernaba en Israel.
Debajo de una palmera
entre Ramá y Betel
van a pedirle justicia
todos los hijos de Israel.
Mujer de temperamento,
de una astucia sin igual,
buscó la ayuda de un hombre
que se llamaba Barac.
Con Barac forma alianza
y le insta a encabezar
la lucha contra Sísara,
el enemigo mortal.
Se puso Barac al frente
y a Sísara derrotó.
Mas la gloria de esta hazaña
Débora se la llevó,
Y triunfante ante las gentes
una canción elevó,
exaltando la grandeza
de Jehová, su único Dios.

Semana Santa. Resurrección
Cuatro Evangelios
Resucitó.
Jesús no está en el sepulcro.
Vacío lo encontrarán
las mujeres que madrugan
y a ungirle amorosas van.
Dos mensajeros les dicen
que Jesús allí no está,
que la muerte no ha podido
retenerle en el lugar.
Pedro y Juan corren a verlo
porque quieren comprobar
lo dicho por las mujeres.
Todo es cierto, allí no está.
Más de quinientos testigos
lo afirmaron, sin dudar.
Y a Tomás mostró su llaga
para que no dude más.
Tienes nombre de que vives
Apocalipsis, capítulo 3:1-6
Tienes nombre de que vives
y estás muerto en realidad.
Muerto en tu propio egoísmo
y en tu ambición sin igual.
Muerto en tu propia soberbia
y mísera condición.
Tienes nombre de que vives
y paseas la maldición.
Sé vigilante y distingue
las cosas que han de fallar.
Arrepiéntete y velando
cuida de tu bienestar.
En el libro de la vida
sólo serán apuntados
los que en nombre del Señor
aman al desesperado.
Aquellos que dan cobijo
a cualquier necesitado.
El que oídos tenga escuche
lo que le dice el Amado.
Máximo García Ruiz (Madrid, 1938), es licenciado en Teología por la Universidad Bíblica Latinoamericana de Costa Rica, licenciado en Ciencias Políticas y Sociología y doctor en Teología por la Universidad Pontificia de Salamanca. Ha ejercido como pastor bautista durante cuatro lustros y como profesor de diferentes materias teológicas en la Facultad de Teología UEBE de Alcobendas, Madrid, durante cuatro décadas y como profesor invitado en otras instituciones y universidades. Ha ocupado diferentes cargos en la Unión Evangélica Bautista de España, entre otros como presidente, y ha sido secretario ejecutivo y presidente del Consejo Evangélico de Madrid. Es miembro de la Asociación de Teólogos/as Juan XXIII. Figura en el selecto Diccionario de Teólogos/as Contemporáneos, publicado por la Editorial Monte Carmelo. Ha publicado numerosos artículos de ensayo y reflexión teológica en diferentes revistas nacionales y extranjeras y es autor de 28 libros de historia y ensayo. También es autor de los libros de poesía Entre la Luz y las Tinieblas (Hebel, 2017) y Poemas bíblicos (Hebel, 2019). En la actualidad, además de su actividad literaria, es profesor emérito de la Facultad de Teología UEBE y miembro del Consejo Asesor de TIBERÍADES, Red Iberoamericana de Poetas y Críticos Literarios Cristianos.

Presentación de Patrocinio Ríos Sánchez
(fragmento)
Presentar un libro es siempre una celebración muy agradable. Especialmente en un caso como éste de Poemas bíblicos, en un día en que acabamos de celebrar el Día del Libro y en un año en que se conmemora la publicación de otro Libro, el Libro de los libros que es la Biblia, traducida en romance castellano por Casiodoro de Reina e impresa en Basilea en septiembre de 1569, hace ahora 450 años. Súmase a esa efeméride el hecho de que en este 2019 se cumple exactamente siglo y medio de la adopción de esta Biblia, la Biblia del Oso, como Biblia oficial del protestantismo español.
(…)
- POEMAS BÍBLICOS
En este contexto conmemorativo presentamos hoy Poemas bíblicos de Máximo García Ruiz (Hebel Ediciones, Santiago de Chile, 2019), cuyo contenido, como el de todos los protestantes españoles, poetas o no, debe mucho a la Biblia de Reina y Valera.
En el prólogo de Poemas bíblicos he dicho ya algunas cosas sobre Máximo García. Por eso no voy a extenderme en este punto. Máximo es un escritor prolífico de obras propias de su actividad como profesor de distintas materias en la Facultad de Teología de la UEBE de Alcobendas (Madrid). Allí anoté que forma parte de la Asociación de Teólogos y Teólogas Juan XXIII y que entiende la Teología como una disciplina académica no autónoma, sino que necesita de otras disciplinas auxiliares o ancilares. Su enfoque es científico. Ello no quiere decir que sea un teólogo de balcón que mira desde lo lejos la marcha de la caravana. No, es más bien teólogo de camino. También observé que Poemas bíblicos es un libro pastoral en cierto sentido: el autor conoce la Biblia y la comparte, ahora como poeta.
1.Qué dice
Poemas bíblicos muestra, efectivamente, a un versado lector y estudioso de la Escritura cuyo mensaje ha interiorizado y desde esa sedimentación interior fluye socialmente la compasión o la caridad fraternal, propia de un hombre inclusivo, como se ven en los poemas “Despierta” o “Solidaridad”. Es un escritor del yo y del nosotros. En el primer poema hace esta apelación:
“Despiértate, tú, que duermes.
Sal del sueño engañador
que te impide ser consciente
de lo que hay alrededor.
Despierta al dolor ajeno
y a tu propia condición.
Despierta a tanta miseria.
Despierta a tu corazón”.
El libro se compone de tres partes y se enriquece con expresivas ilustraciones de delicado trazo pertenecientes a Rebeca García, que de forma discreta y apenas perceptible firma con sus iniciales. Comienza con el poema “Biblia” y luego vamos desde el Génesis hasta el Apocalipsis. No están los 66 libros que compone la Biblia Reina-Valera de hoy, pero contiene una muestra muy representativa: 21 poemas forman el apartado primero, dedicado al Antiguo Testamento, y 23 el segundo reservado a personajes o episodios del Nuevo.
Poemas inspirados en el primer libro bíblico son “El patriarca Abraham” o los dedicados a Sara. Viene luego el Éxodo con otros dos poemas por él generados. Después composiciones inspiradas en Josué, Jueces, Reyes. Está también el libro de Job, Salmos, Proverbios, Isaías, Cantares, etc. Del Nuevo Testamento, le inspiran pasajes de los cuatro evangelistas, de los Hechos, Corintios, Efesios y Apocalipsis: La huida a Egipto, Las bienaventuranzas, El hijo pródigo, Saulo de Tarso, La Última Cena, Betania…
- Cómo lo dice
Y cómo trata Máximo esos temas. La respuesta es: con sencillez, con naturalidad y a sílabas contadas. En este libro Máximo utiliza casi siempre el verso octosilábico, que es muy propio del castellano, fácil de utilizar. Este modo sencillo de escribir poesía es muy propio de los poetas protestantes españoles.
La sencillez y esta forma de componer versos a medida van unidas en los poetas protestantes y Máximo García no exceptúa esta nota que de forma bastante general yo he advertido. Quizá sea esta huida de la artificiosidad el resultado de una impregnación casi química del Evangelio, al que tan unidos se encuentran. Los evangelios cuentan una historia universal con un lenguaje sencillo. Y esto parece haberles dejado a los protestantes una impronta.
Pero quizá se deba también esta nota del poeta protestante a aquella recomendación que el apóstol Pablo dirige a la iglesia que está en Corinto. En el capítulo 14 de la primera carta advierte el apóstol a los miembros de la comunidad cristiana de esa ciudad griega de la manera siguiente:
“7 Ciertamente las cosas inanimadas que producen sonidos, como la flauta o la cítara, si no dieren distinción de voces, ¿cómo se sabrá lo que se toca con la flauta o con la cítara?
8 Y si la trompeta diere sonido incierto, ¿quién se preparará para la batalla?
9 Así también vosotros, si por la lengua no diereis palabra bien comprensible, ¿cómo se entenderá lo que decís? Porque hablaréis al aire”.
Y muy protestante resulta igualmente la filiación bíblica de los poemas. Muchas poesías salidas de la pluma protestante están radicadas en los Textos Sagrados. Podría decir que casi todos los poetas protestantes que conozco (siglo XIX y primera mitad del XX) escriben con tinta bíblica. En el caso que hoy nos ocupa resulta evidente desde el título: Poemas bíblicos. Por esta razón, yo aconsejo a quien lea este libro que lo haga acompañado de la Biblia. La satisfacción será doble.
Cuando anteriormente me referí al contenido me fijé en las dos partes principales del libro. Dejé para el final la tercera. Poemas bíblicos tienen un colofón que se titula “A solas con Dios”, formado por cinco poemas confesionales donde vemos a Máximo ante Dios. Esta relación dual yo la sintetizaría en esta expresión caracterizadora del autor. Notarán en ella un cierto regusto unamuniano y paradójico: “Solo dudan los que creen”. Es el título del último poema del libro y éstas son mis últimas palabras hoy.