El pie
emerge de los colores derrumbados,
maravilloso.
Negro sin luna, adiós.
Nocturna la sabiduría del cielo.
Los testigos del viento
no poseen alfombras
sino que tienen los brazos extendidos
y no dicen.
Marco Ercolani
De buena manera la filóloga, crítica literaria y novelista milanesa María Corti contribuyó a trazar el destino de Marco Ercolani. Corti, historiadora de la lengua y de la cultura italiana y rigurosa investigadora de la literatura italiana antigua, escribió una crítica profunda y elogiosa sobre un joven escritor que se atrevió a enviarle su primer libro impreso, que no era un libro sino una plaquette en prosa. La crítica hizo mella en la mente y el corazón de Ercolani, quien se dedicó con más ahínco a leer a los más determinantes escritores, pensadores y poetas y a escribir poemas y ensayos hasta convertirse en una de las figuras literarias claves de Génova y de la Italia actual.
Ercolani se sumerge por caminos inimaginados, recorriendo emociones y sutilezas que permiten la reflexión honda sobre lo que somos en un mundo lleno de incógnitas, y de preguntas sin respuestas. Este poeta genovés, lector ávido y persistente, además de escribir afanado en su búsqueda de una poética muy personal, respalda con total solidaridad a escritores jóvenes o poco conocidos, pues sabe que, como lo afirmó Joseph Brodsky, “La poesía, siendo la forma suprema de elocución humana, no solo constituye el modo más conciso, más sintético de expresar la experiencia vital, sino que permite, asimismo, la mayor creatividad posible en un acto lingüístico”.
La poeta Gabriela Fantato escribió: “La poesía de Ercolani es un viaje que busca al Otro dentro de nosotros y al hacerlo se sorprende a sí misma y al lector al mismo tiempo. El lirismo de Ercolani es de una forma diferente a la habitual: estamos ante un lirismo “metafísico” no porque trasciende las cosas, sino porque accede a las cosas, entra en el corazón de la materia poética. Un lirismo que sabe mezclar intelecto y emoción, reflexión y visión intuitiva”.
Gianfranco de Turris, periodista, ensayista y escritor italiano, estudioso de la literatura fantástica comentó: “Marco Ercolani es autor de historias etéreas, inquietantes, estilísticamente ligadas a un cierto tipo de ficción anglosajona del siglo XVIII-XIX, en donde reverberan los tonos y la manera de narrar de un Coleridge, un Beckford, un Poe, un Morris, un Hodgson. Tonos y manera más que estilo, sin duda modernos, pero con sutil manera de proceder por enigmas, por alusiones, o incluso al contrario por las visiones barrocas, los nombres absurdos, la predilección sobre todo por ciudades sin nombre, los protagonistas anónimos y los alucinados viajes por mar, que remiten inevitablemente a ese género de narración típicamente anglosajona”.
El poeta milanés Mauro Germani, señaló: “Con su escritura marcada por el silencio, Ercolani nos acerca al Otro que está dentro de nosotros, sin disminuirlo pero sí conservando su dimensión más peculiar e inquietante, el enigma profundo que lo acompaña, en una mirada lúcida y frontal. Lo que nos sorprende es una visión clara y a la vez ligera, porque lleva en sí la perentoriedad del sueño, su iluminación repentina pero también su sombra ineludible.
Como en una especie de cuaderno de un alma que siempre se descubre distinta, ajena a sí misma y sin embargo viva y palpitante, el poeta abre los ojos y escucha lo que sucede en el doble reino de su ser, en ese borde, en esa región extrema que se encuentra entre la palabra y el silencio, entre la vigilia y el sueño, entre la vida y la nada. Y en las anotaciones de su propio tiempo vivido, de la intimidad de su propia experiencia, parece descubrir las huellas dispersas de otro tiempo sin tiempo, indescifrable e indecible, arcaico, cuyos signos no son otra cosa que el testimonio inconmensurable de lo trágico, la cifra última de nuestro destino”.

Marco Ercolani, Génova, 1954, psiquiatra, poeta, escritor. Colabora en “La dimora del tempo sospeso”, “Doppiozero”, “Le nature indivisibili”, “Pangea”, “Metaphorica”. En narrativa ha publicado: Col favore delle tenebre. Vite dettate. Sindarusa. Lezioni di eresia. Il mese dopo l’ultimo. Carte false. Il demoneaccanto. Taala. Il tempo di Perseo. Discorso contro la morte. A schermo nero. Camera fissa. Turno di guardia. Prose buie. Preferisco sparire: colloqui con Robert Walser. Atti di giustizia postuma. Destini minori. Le forme dell’aria. Essere e non essere. Senza il peso della terra. Un uomo fuori tono. Storie, forse incubi. 14 luglio 1929: due lettere a Freud. L’età della ferita. Ensayos: Fuoricanto.Vertigine e misura. L’opera non perfetta. Il poema ininterrotto. Fuochi complici. Galassie parallele, L’altro dentro di noi. En poesía: Il diritto di essere opachi. Si minore. Nel fermo centro di polvere. Sus textos aforísticos-poéticos están publicados en: Sentinella e Nottario 2015-2021. Partecipó en la conferecia “Bruno Schulz Il profeta sommerso” (catálogo Scheiwiller, 2000). Obtuvo el Premio Montano y el premio Morselli. Con Massimo Barbaro escribe Paesaggio con viandanti. L’arte della distanza. Corrosioni. Para la edición Viadelvento e Pulcinoelefante escribe diversas plaquettes. En el 2020 crea el blog Scritture.
– ¿Quiénes eran sus padres? ¿Le introdujeron en el mundo de los libros?
Mis padres eran personas sencillas que se interesaban poco por los libros. Mi madre me hizo amar el cine mudo, el cine negro de los años 40, la música clásica. Desde muy joven me entusiasmé no sólo por la poesía, sino por las distintas formas de escritura, desde las novelas más famosas (Don Quijote, Moby Dick) hasta los cuentos de Maupassant y Chejov.
– ¿Cuál es el recuerdo que más se le ha quedado grabado de su infancia?
Un día, cuando tenía cinco años, tuve mucha fiebre. Vi unas sábanas blancas enormes que venían hacia mí: estaba aterrorizado y por primera vez temí morir.
– ¿Cómo fue su educación?
Normal. Bachillerato clásico, luego carrera de medicina y especialización en psiquiatría. Ejercí como psiquiatra, en el ámbito local, durante casi treinta años y así fue como aprendí a escuchar el infierno de las voces ajenas.
– ¿Recuerda su primer poema o relato?
Recuerdo Jericó, el pequeño poema que escribí en 1979. El primer relato corto que considero mío es Alfiere a Postdam, (El obispo en Postdam) un cuento apócrifo sobre el destino de Henrich von Kleist.
– ¿Recuerda cuál fue el primer libro que leyó de niño?
La Divina Comedia de Dante, ilustrada por Gustavo Doré.
– ¿Fue difícil publicar su primer libro? ¿Puede contarnos cómo fue?
Difícil no, pero sí aventurado. El libro era una plaquette en prosa titulada Le mani e la follia (Las manos y la locura), publicada en 1979. El librito le interesó a Maria Corti, quien escribió sobre él en ‘Alfabeta’.
– ¿Qué opina de la poesía italiana actual?
No tengo opinión. Sigo los destinos de poetas y narradores, vivos y muertos, que viven la escritura como algo fatal y necesario. También me he encontrado con poetas extraordinarios, en los que la enfermedad mental y la belleza poética han luchado a menudo entre sí. Salvo raros ejemplos (Milo De Angelis, Mario Benedetti, Alfonso Guida), la poesía italiana me parece simplificadora y previsible. Afortunadamente, no faltan excepciones.
– Entre sus libros, ¿cuál cree que le define mejor?
Un libro mío apócrifo, Preferisco sparire. Colloqui con Robert Walser (Prefiero desaparecer. Conversaciones con Robert Walser), que publiqué en 2014.
– Escribes cada día para un proyecto de libro concreto?
Nunca tengo un proyecto concreto. Pienso en poesía. La poesía no es sólo la estructura formal de un texto, sino esa zona imprevista y anómala de “percibir” la palabra, donde el rigor de la frase y el vértigo de la imagen se encuentran para subvertir el orden del discurso y transfigurar (desfigurar) todo pensamiento/conocimiento previo del mundo.

– ¿Cómo le gustaría que le recordaran?
Como un escritor preocupado por reparar las injusticias con relatos fantásticos, “actos de justicia póstuma” (cito el título de uno de mis libros). Los textos “apócrifos”, de los que soy partidario, se basan en esta ficción: hablar llevando la máscara de otro. Mi objetivo no es exhibir un virtuosismo mimético. Rechazo la Historia como concatenación fatal de acontecimientos irremediables. Quiero soñar, junto a las obras que podemos leer, ver u oír todos los días, otras obras posibles e irrealizadas, cartas y páginas de diario de las que se filtra un secreto oculto, indicio de una poética mal entendida. Actúo como un individuo que quiere dejar de ser “individuo” para convertirse en “dividuo”, es decir, divisible, permeable al otro. Siempre he amado las palabras de Calvino: “La biblioteca ideal por la que lucho es aquella que gravita hacia el exterior, hacia los libros “apócrifos”, en el sentido etimológico de la palabra, es decir, los libros “ocultos”. La literatura es la búsqueda del libro escondido lejos, que cambia el valor de los libros conocidos, es la tensión hacia el nuevo texto apócrifo que hay que encontrar o inventar”.
– ¿Cree que los influencers de las redes sociales han asumido el protagonismo, el papel que antes correspondía a los intelectuales, artistas, poetas y escritores?
Creo que hoy, más que ayer, los escritores están solos y son responsables de cada una de sus palabras: en esta soledad, son los críticos y los actores/autores de su propia literatura.
– ¿Qué libro regalaría a alguien que quiera conocer Génova?
Viaggio in Liguria (Viaje en Liguria), de Giuseppe Marcenaro.
– ¿Ha pensado alguna vez que las guerras que tienen lugar a nuestro alrededor podrían desencadenar la Tercera Guerra Mundial?
Prefiero no pensar en acontecimientos incontrolables. Quiero vivir, como centinela inactual, el mínimo papel de resistencia que me concede la escritura, que siempre ha sido la riqueza de los últimos, de los “condenados de la tierra”.
– ¿Por qué escribe?
Porque quiero callar con mis palabras. La vida del escritor es una aguja clavada en la palma de quien no se rinde: es un principio de esperanza, si esperanza significa escuchar las ruinas temblorosas de voces. Toda mi obra es un diálogo interior, atormentador, sobre la identidad del escritor como enigma de la multiplicidad. Escribir es experimentar lo imposible, en el conocimiento de la mente y las emociones del cuerpo, y transformar el yo de una isla en un archipiélago.

POEMAS
LA HELADA INÚTIL
No sé qué se escapa ahora
pero siento maravilla en mis dedos extendidos:
Siento polvo, agua, restos helados
de lo que brilló en el fuego.
Finjo vivir pero durante décadas
siento con agudo dolor
la excesiva claridad de las cosas.
Se me permites, en la última frase
el crepúsculo.
L’INUTILE GELO
Non so cosa scivoli via ora
ma provo meraviglia nelle dita tese:
sento polvere, acqua, resti gelidi
d quanto risplendeva nel fuoco.
Fingo di vivere ma da decenni
sento con pena acuta
l’eccessiva chiarezza delle cose.
Mi si consenta, nell’ultima frase,
la penombra.
Sin saber cómo comenzar el viaje
ya sea en el agua celeste
o en otro lugar, dentro del tronco
inmóvil:
sin saber,
es un placer mirar
fluyendo posible, posible
todavía,
un mágico inicio de mar…
Non sapendo come iniziare il viaggio,
se nell’acqua celeste
o altrove, dentro il tronco
immobile:
non sapendo,
è gioia guardare
che scorre possibile, possibile
ancora,
un magico inizio di mare…
No tenemos otra esperanza
que recordar, a nuestras espaldas
lo que no vimos
pero sucedió, inmortal.
Fin del juego. Largo terror. Plumas sin piedras.
Sólo líneas en el aire, culturas, hipótesis.
Ni nombre ni obra. Pero para asombrarse.
Bastará un colapso,
para el sol.
Tendremos la helada inútil, justo después.
Non abbiamo altra speranza
che ricordare, dietro la schiena,
quanto non vedemmo
ma accadde, immortale.
Fine dei giochi. Lungo terrore. Piume senza pietre.
Solo linee nell’aria, culture, ipotesi.
Né nome né opera. Ma essere attoniti.
Un crollo basterà,
per il sole.
A noi toccherà l’inutile gelo, appena dopo.
Escribe
rodeado de un prado resplandeciente
sabe que en algún lugar del cosmos
siempre existirá
pero ¿dónde? La ansiedad
aprieta sus párpados, lo ciega.
Cada cuerpo es su mente
cada mente pretende ser librejarron
de la maraña de nervios y huesos:
quiere un jarrón pero la herida lo agrieta
en el centro, perfecta.
Scrive
circondato da un prato lucente
sa che in un punto del cosmo
esisterà sempre
ma dove? L’ansia
gli stringe le palpebre, lo acceca.
Ogni corpo è la sua mente
ogni mente si finge libera
dal groviglio di nervi e di ossa:
si vorrebbe vaso ma la ferita lo crepa
al centro, perfetta.
¿La mente? ¿Cómo podemos pensar
que existe?
Mira:
¿qué era ese polvo? ¿qué cosa eran los gestos que no verás?
Un pensamiento escarpado los recorre, dedos
que dejan regalos
abiertos de par en par.
La mente? Come possiamo pensare
esista?
Guarda:
cos’era quella polvere? cos’erano i gesti che non vedrai?
Un ripido pensiero li percorre, dita
che lasciano doni,
spalancate.
A veces la maravilla desciende
de humo, sin que estalle ningún incendio
para generar ese humo:
desciende sobre tejados y montañas
y la tierra vuelve a ser espejismo
no fragmento, no dolor: sino feliz,
espejismo brillante.
Fuera de sí mismos los viajeros verán
sujetando con fuerza la llave de puertas que aún no están listas,
que se abrirán hacia habitaciones
aún invisibles.
A veces
la maravilla nos deja solos para mirar
lo que nos corresponde.
Llegados al sol que es todo espinas,
en el último círculo de baile,
en el primer golpe de tambor,
te saludarán
manos perdidas en un lugar que no puedes ver.
pistas secretas,
tal vez de sombras o estatuas.
Talvolta scende la meraviglia
del fumo, senza che siano divampati fuochi
a generare quel fumo:
scende su tetti e montagne
e la terra torna miraggio,
non frammento, non dolore: ma felice,
lucente miraggio.
Uscendo da se stessi i viaggiatori vedranno,
tenendo stretta la chiave di porte non ancora pronte,
che si apriranno verso stanze
ancora invisibili.
Talvolta
la meraviglia ci lascia soli a guardare
ciò che dovevamo.
Arrivàti dove il sole è tutto spine,
nell’ultimo cerchio di danza,
nel primo ritmo di tamburo,
ti saluteranno
mani perse in un punto che non vedi,
cenni segreti,
forse di ombre o di statue.
No todo está en manos de los vivos.
Entre sentimientos y escombros
circula un agua secreta.
Nunca brotará pero fluye
de verdad.
Cuando los cuerpos estarán secos como piedras
cuando la vista de muchos hombres
caerá como el polvo
la luz volverá,
los ojos como gotas esparcidas sobre la arcilla,
y el sol dorado:
¡el último engaño!
Pero la noche no llega
y mañana, cuando hables de estrellas
responderé, tartamudeando,
moviendo mi lengua en la pared.
En manos que sondean los pozos
buscando donde hace meses que no hay
un rastro de agua,
un tintineo de lluvia,
pasos remotos…
Non tutto è in mano ai vivi.
Fra sensi e macerie
circola un’acqua segreta.
Non zampillerà mai ma scorre
reale.
Quando i corpi saranno secchi come sassi,
quando a molti uomini la vista
cadrà come polvere,
la luce tornerà,
gli occhi come gocce sparse sull’argilla,
e l’oro del sole:
l’ultimo inganno!
Ma la notte non viene
e domani, quando parlerete di stelle,
risponderò balbettando,
muovendo la lingua sul muro.
Nelle mani che tastano i pozzi
cercando dove non esiste da mesi
una traccia d’acqua,
un rintocco di pioggia,
dei passi remoti…
Por esta larga herida en la sien
caminas,
anhelando el sueño…
Acaricias quejumbroso la casa, entre astillas y manos.
Sales y ves lo que queda de las olas:
un cuchillo oxidado
enterrado por la arena.
Aquí está el mar donde no nadarás
temiendo, a la primera zambullida
el ruido del cristal hecho añicos por tu pecho.
No obstante las caricias permanecen en tu cristal:
Quien recuerda sus sueños se desangra.
Finge que tus ojos son rendijas vacías en la hiedra
Finge gotas de agua en tus labios
sombra de hombro o brazo
aferrado
al vaivén de la cuerda,
desplomado en el barranco
tras días de viento, ramas
ramas hojas atravesadas
por las piedras…
Per questa lunga ferita alla tempia
cammina,
con la nostalgia di dormire…
Carezza flebile la casa, fra schegge e mani.
Esci e vedi ciò che resta delle onde:
un coltello rugginoso
sepolto dalla sabbia.
Ecco il mare dove non nuoterai
temendo, al primo tuffo,
il rumore del vetro infranto dal petto.
Nonostante le carezze resta nel tuo cristallo:
chi ricorda i suoi sogni dissangua.
Fingi gli occhi fessure vuote nell’edera
fingi gocce d’acqua sulle labbra,
ombra di spalla o di braccio
avvinghiata
al dondolìo della fune,
crollàti nel burrone
dopo giorni di vento, crollàti
rami, fogli forati
dai sassi…
El débil insomnio de los vivos
restituye las piedras
al registro de la arena:
es posible hacer un enigma
de una puerta nacida de alfombra
pisotearla sin entrar, arrastrar
los pies sobre la tela blanca…
No se dictan sentencias
para árboles ramas astillas giratorias
en el derrumbe larguísimo.
Respiración corta –
papel cortado en las manos
que lo eligen como espejo.
La flebile insonnia dei vivi
restituisca le pietre
al registro della sabbia:
sia possibile fare enigma
di una porta nata tappeto,
calpestarla senza entrare, strisciare
i piedi sulla stoffa bianca…
Non si rilasciano sentenze
per alberi rami schegge ruotanti
nella frana lunghissima.
Respiro breve –
carta mozzata nelle mani
che la eleggono a specchio.
Preparando el viaje
a la isla que aún no existe
imágenes y palabras luchan
por crearla.
¿Y si la materia de la tierra
fuera aire presionado por la gravedad del cielo?
¿La forma primitiva del conocimiento
¿un soplo de viento?
Dormir, en el pensamiento imposible del vuelo.
Respirar
con la tortura del tallo que se hunde.
Todo al menos vuelve
en la serena medida del paso
y la flecha permanece ligera
clavada en el hueso
como por antiguo rito:
indolora, exacta,
tuya.
Preparare il viaggio
verso l’isola che ancora non esiste:
immagini e parole faticano
a crearla.
E se la materia della terra
fosse aria pressata dalla gravità del cielo?
La forma primitiva del sapere
un soffio di vento?
Dormire, nell’impossibile pensiero del volo.
Respirare
con la tortura dello stelo che sprofonda.
Tutto almeno ritorni
nella serena misura del passo
e la freccia resti lieve,
infilata nell’osso
come da antico rito:
indolore, esatta,
tua.
Pronuncio palabras para ti.
Cada palabra un soplo, una llama.
Protégelas.
Los incendios no existen.
El fuego permanece y lame: no quema.
Las hojas muertas levitan.
Quieren el aire más alto.
Lo acarician vivas.
Pequeños universos, marañas,
lenguas de necios, pero la palabra
cura y sutura.
Pronuncio parole per te.
Ogni parola un vento, una fiamma.
Proteggile.
Gli incendi non esistono.
Il fuoco resta e lambisce: non brucia.
Le foglie morte lievitano.
Vogliono l’aria più alta.
La accarezzano viva.
Piccoli universi, grovigli,
lingue di folli, ma la parola
risana e cuce.
Si los huesos encontraran el cuerpo
y todo volviera a fluir…
Después de tres versos
el mundo nos acaba y resurge.
Palabras dispersas, escritas
sin saber cuándo:
inútiles, límpidos
tótems.
Se le ossa ritrovassero il corpo
e tutto tornasse a fluire…
Dopo tre versi
il mondo ci conclude e risorge.
Parole sparse, scritte
per non sapere quando:
inutili, limpidi
totem.
¿Qué deseo es verdadero?
Todos, e inmortal.
Pero hay un agujero por el que el aire, al entrar, sólo te encuentra a ti.
Estar exhausto. Querer sólo dormir.
Pero nada es, oscuro en el sueño.
La piel se vuelve clara.
Quale desiderio è vero?
Tutti, e immortali.
Ma c’è un foro da cui l’aria, entrando, trova solo te.
Essere esausto. Volere solo dormire.
Ma nulla è, nel sonno scuro.
La pelle torna chiara.
El pie
emerge de los colores derrumbados,
maravilloso.
Negro sin luna, despedida.
Nocturna la sabiduría del cielo.
Los testigos del viento
no poseen alfombras
sino que tienen los brazos extendidos
y no lo dicen.
Il piede
affiora dai colori crollati,
meraviglioso.
Nero senza luna, congedo.
Notturna la sapienza del cielo.
I testimoni del vento
non possiedono tappeti
ma tengono le braccia tese
e non dicono.
Petruvska Simne
Narradora y crítica literaria venezolana (Valencia, Carabobo, 1952). Ha trabajado como editora de la revista BCV Cultural y de las revistas Circunvalación del Sur, XI Festival de Teatro de Caracas y La Palabra Pintada, así como del suplemento cultural El Otro Cuerpo, del Ateneo de Caracas; la edición especial por el 61r aniversario del diario Últimas Noticias, y la mesa de redacción de El Diario de Caracas. Autora de la recopilación de crónicas Periodistas en su tinta (Alfadil, 2004), el libro de entrevistas Periodistas en la mira (Alfadil, 2004) y el libro de entrevistas a escritores ¿Por qué escriben los escritores? (Fundación para la Cultura Urbana, 2005).


