Tiberíades agradece al escritor Stuart Park. Miembro del Consejo Asesor de Tiberíades, por esta nota en torno al encomiable espíritu reformador de Teresa de Cepeda y Ahumada, una escritora cristiana a la que debemos leer a fondo.
Mulieres in ecclesia taceant
Esta instrucción de Pablo (1 Corintios 14:34), que Teresa conocería en la Vulgata, la versión latina de la Biblia, trajo dolor al alma y ofensa a la inteligencia de una mujer nada pusilánime, no conocida por su servil acatamiento de las normas dictadas por los hombres, ni siquiera de las del mismísimo San Pablo según la interpretación al uso. Fundadora de la Orden de Carmelitas Descalzos, mística y escritora canonizada en 1614, Teresa fue proclamada doctora de la Iglesia católica en 1970. Su lucha contra el dominio masculino de la Iglesia de su tiempo es instructiva.
El historiador carmelita Teófanes Egido, en un libro titulado Sobre Teresa de Jesús, escrito junto con José Jiménez Lozano (Junta de Castilla y León 2015), retrata el talante de aquella mujer noble en el contexto religioso de su época:
Su pasión eclesial la empuja a posiciones imprevistas en aquel ambiente y claramente enfrentadas con la aquiescencia general a la obligación de callar la mujer en la Iglesia, conforme había exigido San Pablo y como habían impuesto los letrados de aquellos días con rigor inexorable. No hay duda de que Teresa se rebela contra la opinión cuasiuniversal, opinión de varones a fin de cuentas.
(…)
La madre Teresa, que, por supuesto, no callaba en un clima religioso –¿qué no era religioso entonces?– adverso a oír voces femeninas, prefirió actuar ampliando los números de mujeres orantes, las fundaciones, rápidamente multiplicadas a partir de verano de 1567. Son sobradamente conocidos los conflictos de tal expansión, más duros y amargos cuando en agosto de 1577 llegó el nuevo nuncio Felipe Sega («que parecía le había enviado Dios para ejercitarnos en el padecer»…) y se empeñó en frenar el proceso reformador de los descalzos y en confinar a la fundadora. Le decían de ella «que soy una vagamunda e inquieta», invectiva que el nuncio se encargaría de adornar con todo un rosario de aditamentos: «Fémina inquieta, andariega, desobediente y contumaz, que, a título de devoción, inventaba malas doctrinas, andando fuera de clausura contra el orden del concilio tridentino y prelados, enseñando como maestra contra lo que San Pablo enseñó mandando que las mujeres no enseñasen».
Teresa animaba a las monjas en su Camino de la perfección a «predicar con obras de verdad», cada una de las cuales «levanta más que diez sermones… pues el apóstol y nuestra inhabilidad nos quita que lo seamos en palabras». ¿El veto de Pablo era determinante para ella? Según Teófanes Egido:
La realidad era otra, y nada la inquietaban los preceptos de San Pablo por la sencilla razón de que ella atendía a una autoridad superior que le decía lo contrario. La autoridad era Dios mismo sin necesidad de mediaciones. Lo confiesa en la relación de su experiencia espiritual indicadora de muchas cosas: de la regla hermenéutica precoz para interpretar la Sagrada Escritura; que el callar impuesto a las mujeres podía ser un recurso varonil para atar las manos de Dios; también –y es interesante para leerla correctamente– que en estas experiencias Dios decía y confirmaba siempre lo mismo que la Madre pensaba.
Interesante disyuntiva: ¡el Señor daba la razón a Teresa frente a San Pablo! ¿No pudiera ser que la interpretación de Pablo resultaba equivocada, y no ella?
Stuart Park nació en la ciudad inglesa de Preston, condado de Lancashire, en 1946. Tras cursar estudios en el Preston Grammar School ingresó en el Downing College de Cambridge, donde se licenció en Filología Románica. Colaboró intensamente con la Christian Union de la Universidad, dedicando sus veranos en España a la misión internacional Operación Movilización. Entre 1967 y 1971 participó, junto con David F. Burt, en los comienzos de los Grupos Bíblicos Universitarios (GBU) en Madrid. En 1970 se casó con Verna Reed, oriunda de Castile en el Estado de Nueva York, que colaboraba en la misión universitaria. Entre 1971 y 1972 vivió en Castile, y de 1972 a 1976 en Philadelphia, donde obtuvo el doctorado en la Temple University con una tesis sobre Don Cristalián de España (1545), novela inédita de la escritora vallisoletana Beatriz Bernal. A partir de 1976 la familia traslada su residencia a Valladolid. Stuart se dedica a la enseñanza del inglés, en 1981 funda Warwick House, centro lingüístico-cultural, y en 1996 se incorpora como director del Colegio Internacional de Valladolid, hasta su jubilación en 2012. Desde 1976 es miembro de la iglesia evangélica sita en la calle Olmedo 38 de Valladolid. Tras volver a España reanuda su colaboración con los GBU, dirigiendo estudios en campamentos estudiantiles y dando conferencias sobre temas bíblicos en diversas universidades del país. Miembro de su Comité Ejecutivo durante más de veinte años, ejerce como presidente de GBU de 1987 a 1997.
Desde 1996 Stuart Park es director de Alétheia, la revista teológica de la Alianza Evangélica Española. En 1991, bajo el sello de Publicaciones Andamio, Stuart Park publicó ‘Desde el torbellino. Job: más allá del dolor humano’. Siguen otros títulos publicados por la misma editorial: ‘Bajo sus alas. Rut: más allá del amor humano’, en colaboración con David F. Burt (1993). En 1995 publica ‘In memóriam’; en 1996 ‘La señal. Jonás: más allá de la voluntad humana’, en colaboración con David F. Burt. En 2000 publica ‘El cetro de oro. Ester: más allá del poder humano’, en colaboración con David F. Burt y David Pradales Ciprés; y ‘Diez historias’, en 2004. Durante este tiempo publica, bajo el mismo sello editorial, varios estudios monográficos: ‘La Biblia. Un libro para la postmodernidad’ (1988), ‘Literatura y Biblia. El Señorío de Cristo y las letras’ (2ª ed. 1995); ‘¿Resucitó Jesús?’ (2ª ed. 1995); ‘¿Cómo interpretar la Biblia?’ (2ª ed. 1995); y ‘Jesucristo hoy’ (1997). A partir de 2009 comienza una nueva y fructífera etapa de intensa actividad literaria. Publica libros de temática muy variada bajo el sello Ediciones Camino Viejo: ‘Las hijas del canto. Las aves del cielo en la tradición bíblica y la poesía de José Jiménez Lozano’ con Prólogo del Premio Cervantes José Jiménez Lozano (2009); ‘En el valle de la sombra. Conversaciones con Sirio’ (2010) que relata las conversaciones con un amigo íntimo durante los últimos días de su vida. En el mismo año reedita ‘Diez historias’. En 2011 aparecen tres libros: ‘El lucero de la mañana. La tumba vacía de Jesús’, que reexamina la evidencia de la Resurrección; ‘El camino de Emaús. Parábola y símbolo en la narrativa bíblica’, que explora la hermenéutica bíblica desde el magisterio de Jesús; y ‘Doce nombres’ que recorre la historia bíblica a través de algunos de sus personaje más emblemáticos. En 2012 publica ‘Magníficat. María la madre del Señor’ y reedita ‘Desde el torbellino’. En 2013 publica ‘Cartas a mis nietos’, un recorrido por la historia bíblica de forma epistolar, y ‘El cordón de grana. Historias de mujeres en la narrativa bíblica’. En el mismo año aparece ‘Jardín cerrado. El Cantar sublime de Salomón’, y en 2014 publica ‘La vida breve. El libro de Qohélet’, con prólogo de Pablo Martínez Vila, y ‘Siete Palabras’, una reflexión acerca de las últimas palabras de Cristo en la Cruz. Más recientes son La palabra suficiente; Conversaciones con Aurelio, en torno a la fe; Junto al mar de Tiberias, Las señales que hizo Jesús; In memoriam, El dolor humano y la consolación de Cristo; Rut la moabita; De Egipto llamé a mi hijo, sobre la historia de José y, finalmente, Mesías, el texto de Jennens que inspiró el Oratorio de Händel (2018),La fe del carbonero (2020), entre otros. Es miembro del Consejo Asesor de TIBERÍADES.
(Imagen de cabecera: Santa Teresa de Jesús, de José de Rivera)