Poemas de

Martha Elena Hoyos: “En una gota el bosque” y otros poemas para el XXVII Encuentro de Poetas Iberoamericanos

EN UNA GOTA EL BOSQUE

Mientras el mundo se derrumba
bajo nuevas Torres de Babel,
las ranas se aparean en las charcas de los bosques,
monos colorados aúllan entre los árboles,
y las cigarras revientan de cantar.
Alguien tendría que encargarse de lo importante.

***

Entre murmullos de la hondonada
consagran su amor y sus conjuros
los más pequeños
los más alados
las más vivaces criaturas
de la hojarasca.

***

Copúlame así,
como el roce de las hojas
en la espesura.

****

En la noche más oscura
de tu bosque,
de mi cuerpo
brotan las luciérnagas.

***

El gran bejuco
se retuerce y eleva.
Anaconda vegetal
que viaja al cielo.

***

Desde lo alto de la rama
una camándula
de perlas verdes
se descuelga en oración.

***

Voy a libarte la boca.
Mariposa soy
atrapada en la telaraña
de tu contraluz.

***

Una gota cae
sobre el as de una hoja.
Cae a otra,
a otra, y otra.
Música de timbal.

***

Desde los musgos
de una rama escondida
diminutos diamantes
me atisban.

***

Musgo.
delicado erizo vegetal
sobre la rama.

***

Entre bejucos y enredaderas,
mohanes vegetales agitan sus melenas.
Habitantes son de árboles hospederos.
Con sus ojos de agua
atisban el paso de las doncellas.

***

Pétalos, ramas, amasijos, hojas;
Granadillas que reventaron en luz;
alas, plumas, retazos de piel.
Todo retorna a la tierra
mantillo coloidal que sustenta
el milagro de la fiesta.

***

Respiro bosque adentro,
¡Verde se me torna el corazón!

***

Suspendido aleteo
del tucusito, colibrí.
Sorbo colorado
del prodigio de la flor.

***

¡Gúrup!… ¡Gúrup!
Camuflado entre el follaje
canta el penacho azul
del barranquero.
Solo su canto agorero
y el irisado tono
de su penacho azul.

***

Las barbas húmedas
del cedro negro
cosquillean
la palma de mi mano.

***

Súbita ilusión
que roe
el instante.
De pronto,
¡la estampida!

***

Después de días de llovizna
ha vuelto a brotar el manantial.
Tímida caricia corretea
el pie de los árboles.

***

Compañía del silencio
a cuatro voces.
Incansable armonía
de los grillos.

***

¡Brotes! ¡Brotes!
Helechos paleosóicos
desafían en espiral
el paso de las eras.

***

En el bosque,
aunque se vista de verde,
la púa sigue siendo púa.

***

Un acorde de temblor y miedo
se filtra por la hendija de la rama.
Un tembloroso acorde
tan solo de pensar
que este tesoro de vida se perdiera.

***

A tus entrañas vuelvo
sobre tu manto me inclino
entre tus hojas respiro
para saberme humus y heliconia
cáscara madura o golondrina.

Heme aquí
sumergida en tu vientre
para acunar mis preguntas
¡Oh gruta espléndida
de las húmedas incógnitas!

Otros poemas

CORAZÓN DE JAGUAR

A Chichenitzá
Cada vez,
cuando estuve cerca de la Pirámide
supe del jaguar.
Entonces el Balaam dormía
y mi paso olfateaba la huella de su memoria.

Un día, de regreso,
Sol resplandeciente jaguar despierto
atiné abierta la puerta del encuentro.

Temblor de paloma fueron mis manos
cuando ascendí por el túnel al cotejo de Ojos de Jade.

Y vi al jaguar sediento de mi corazón latente
felino hambriento de anunciado vuelo
poderoso Chac que mi poder quería
para devolverme luego el corazón entero
bañado en la sangre de sus vuelos nocturnos
envuelto en las estrellas de su manto universal
ungido y masticado por la savia eterna de sus fauces.

***

ALQUIMIA

Dame la planta, corazón mío
la planta sagrada
que conduce al paraíso.
Quiero morderla
hasta el hueso y la semilla
y alumbrarme de albahacas
y siemprevivas el pecho.

***

SEGUNDA INICIACIÓN

La hija,
que también lleva a la madre en sus entrañas,
que abrió los ojos al ritmo de su danza
cuando juntas conjuraron lunas entonadas en la arena,
un día se internó sola en su bosque de sonetos.
Listó reclamos, interrogó ausencias,
desató el cofre de sus guardados silencios,
de sus íntimas revelaciones,
de su joven y mordaz rebeldía;
y fiel a los vuelos de su propia estirpe
le clavó el puñal a la vieja loba
en el lado más sensible de su salvaje corazón.

Era el tiempo de la propia cacería, y de algún modo,
tenía que dejar morir en ella a la madre demasiado buena.

LEGADOS

La vieja coplera
trajo la voz de las piedras:
Un grito hondo y lejano
me curó de todos los sustos.
Entonces recordé el milagro
de la voz primera,
cuando un eco de coyuyos
reventaba algarrobas en verano,
bajo un cielo inmenso
de constelaciones y estrellas.
Mi alma
pertenece al canto;
allí, donde una procesión de voces
empuja y acompaña.

TREGUA

¿Qué tendrá el desierto
que alienta las palabras,
endulza la savia de los tallos
y enciende el perfume de la flor?

¿Qué en su ardor, que hurga el sentimiento
y empuja el alma hasta el grito del origen?

Será su resplandor de mar antiguo,
la sed lamiendo un arroyito en lo profundo,
la copla enredada a remolinos de viento,
o aquel niño,
aquel niño tarareando a lo lejos
del verde su espesura.

***

GRACIA

Elevo mi corazón al firmamento
A sus ojos titilantes que me miran
Yo, pequeña y bendecida
Vierto mi gratitud en copas
Pues clara ha sido
La protección y la señal

Escuchado fue mi rezo
Entre vuelo de libélulas
Sembrado con cristales
En el agua de la Fuente
A canto, a danza, a tambor.

Nada hay por encima de la Luz
Mi alma se inclina en reverencia.

Martha Elena Hoyos (Quindío, Colombia) es cantautora y poeta. Rpresenta una vida entregada al servicio de la cultura.  Además de su camino constante como cantautora, poeta, gestora y productora musical, cuenta con una valiosa trayectoria como investigadora cultural. Ha sido directora del Festival Mono Núñez de músicas andinas de Colombia, y coordinadora de los intercambios colombianos con el “Festival de Cosquín”, Argentina.  Creadora del “Cantorío de Mujeres” del Festival Bandola y del Encuentro de Poetas “País de las Nubes en el Camino del Café”. Sus búsquedas etnográficas la han llevado a recorrer múltiples territorios de la América profunda, desde México hasta la Patagonia, en interacción y registro de sonidos ancestrales, historias y carnavales, así como de copleros, decimeros, artesanos y juglares, tarea que avanza en una amplia producción de crónicas y video-crónicas. Además de sus canciones ha musicalizado más de 60 poemas de autores hispanoamericanos, serie que ha denominado POECÁNTAROS, y que incluye voces como las de Rafael Alberti, Aurelio Arturo, Meira Delmar, Carmelina Soto, Cesar Vallejo, Dolores Castro, Águeda Pizarro, Marga López, entre otros. Es autora de los poemarios “El Canto de las Urdimbres”, “En una gota el Bosque”, y del facsímil “Canto colectivo, canto sanador”, así como de las notas documentales que acompañan sus álbumes musicales, en los que se destacan “Andando el Sur” y “Mujer América”. Martha Elena es una de las fundadoras del “Agenda Mujer Colombia”, libro-agenda con 29 ediciones continuas que se han proyectado a otros países de habla hispana. Es también la creadora del personaje “Mayra” y sus guiños de humor poético. Dirige desde Colombia la Fundación Cultural “América en mi Piel”.

 

Alencart y Martha Elena Hoyos, en Cali (2023)



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