Poemas de

Alberto Martín Pérez: ‘Me rompes el lenguaje y resquebrajas…’ y otros poemas

1

Me rompes el lenguaje y resquebrajas
cada uno de mis versos.
Tu fonética corroe mi coraza castellana.
Destrozas lo castizo a golpe de naguará.
Violentas, ardorosa, palabras con el trópico
que escondes bajo tierra.
Háblame y destácame las eses
a base de estocadas a mi sesgo normativo.
Cántame, candente, tu canto de pájaro
migrante; no ceses de reírte de mi boca
antes de someterla

a uno de tus besos.

2

Yo también amo los puentes,
la dulce confusión de la materia,
el dedo que llega hasta mi orilla
y se posa, pausado, acariciándome.

Amo cruzar el charco y embarrarme
y sentir que eres más mía cada noche,
que me confundo en tu lengua viperina
que se solapa en mi nuca abanicándome.

Amo la cruz del mapa, el tesoro escondido,
el terreno abordado por la pala.
Amo la zanja abierta; la herida que mantienes
arropada por la tierra húmeda y fría.

Amo cruzar el charco y sentirme más tuyo,
confundir mis idiomas en cada una de tus piedras.
Amo, en cada pisada, sentir el puente abierto,
dispuesto a abrir camino; un futuro remoto.

Combate cuerpo a cuerpo con tu mente,
no temas el perder toda osadía.
Malgasta en convivir tu gallardía
y enfréntate a la muerte frente a frente.

Acierta a ver entre el umbral el puente
—la vida es patética y baldía—;
no busques la perfección, sí la armonía
de sentirte uno más y diferente.

Y entiende que el amor por uno mismo
se da en la introspección, en no dudar
de la mar, de la suerte y del abismo;

del dolor por no encontrarse, aceptar
que el camino es tan sólo un silogismo
y no sirve de nada aparentar.

Desnudo, de Miguel Elías

3

obra de modo que merezcas
a tu juicio y a juicio de los demás
la eternidad, […]
San Manuel Bueno, mártir
 M. DE UNAMUNO

Brindo el silencio, la página en blanco
y brindo el dolor de saberme vivo.
Brindo también, por si acaso, el recibo
de mi hedonismo autóctono y franco.

Quise dejar la cola del estanco
a quien más necesitaba un activo,
un opio, un veneno, un altivo
cigarro que empujara hacia el barranco.

E hice todo lo que estuvo en mis manos,
lo que el tiempo quiso, diseñara;
aporté lo que pude a los humanos

y sufrí como todos mis hermanos,
temiendo que la muerte me alcanzara
y no supiera nada de gusanos.

4

Como un día lluvioso y sin paraguas,
como un día de perros; despeinado,
calado hasta los huesos, con el frío
calzándome los pies. Abandonada

mi ropa toda al fragor de la marea,
rindiéndome a una gripe inesperada,
vertiendo una metáfora a tu ausencia,
cegado por la lluvia y por la rabia;

así me siento yo cuando te has ido.
Cuando no estás y el sol desaparece
y le obliga la luna a arrinconarse.

Así me siento yo; perdido el norte.
Mojados mis harapos, destruido
por una simple lluvia, por tu ausencia.

Don Quijote, de Miguel Elías

5

Cuando pienses que no puedes más,
que la vida no tiene sentido,
recuerda a Cervantes:
decidió volverse a Madrid,
cansado de tanta batalla
y a días de su cumpleaños;
inmóvil, amor, de una mano,
y llegando ya a Barcelona
fue capturado.

Cuando pienses, preciosa, en rendirte,
que la vida no tiene sentido,
recuerda que cinco años preso
y cuatro intentos de fuga
de nada sirvieron.

Después del fracaso, jugó su última carta:
en la ruina total, con el trauma de Argel
y el fatalismo que acompaña a los poetas

se lavó la cara y la mano,
se miró al espejo
y escribió el Quijote.

Alberto Martín Pérez (Salamanca, 2002). Graduado en Filología Hispánica por la USAL. Ha formado parte de varios grupos de teatro de Salamanca, como Les Molières o Entre Generaciones y Bambalinas. Con el primero, ha actuado bajo la dirección de Roberto García Encinas en obras como Oh Hamlet; Pues Ya Saldremos (que adapta varios de sus poemas de Un Soñador en Paro), o Hater. Con el segundo, ha representado varias obras de microteatro propias como Una abuela milenial; De cabellos cortos e ideas largas; Qué hacen dos poetas en la cola del baño y ¿Hay un filólogo en la sala? Actualmente co-dirige el grupo Entre Generaciones y Bambalinas y dirige el Grupo de Teatro Escolar del Instituto Fray Luis de León, en Salamanca. En el terreno de la poesía, es autor de Un Soñador en Paro, autopublicado en Amazon Publishing en enero de 2021.




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