Colaboraciones

Ángela Gentile: ‘Alfredo Pérez Alencart, amor cortés’

La relación entre el amor y la virtud, pilar fundamental en la tradición de los Fieles de Amor, continúa resonando en la poesía contemporánea de algunos poetas como Antonio
Colinas, Leopoldo Marechal y Alfredo Pérez Alencart. Estos autores, a su manera, establecen un diálogo enriquecedor con los valores del Dolce Stil Novo, reconfigurándolos y actualizándolos para nuestra época.

***

Aquella propuesta de los Fieles de Amor aparece en el siglo XXI, al renovarse el lenguaje, al mantener el conocimiento como fuente de impulso para proteger la palabra; es decir, el misterio trasciende y hace posible que se reavive a través de otras experiencias poéticas aquel sueño de los poetas medievales. Alfredo Pérez Alencart, regresa por el conocimiento a través de la palabra poética. Este autor sublima el Amor y busca más allá de lo amado, intenta partir desde un ignoto origen “Tú estuviste en el Génesis (1)”. Podría decirse que es una afirmación digna de un dolce stilnovista en su versión sui generis. El intuir que toda búsqueda lleva a la razón y desde aquí al lenguaje del amor:

(…)

amada con la cabeza por delante
o por detrás, encima
de lo que eres
o de lo que serás
(2)
(…)

El lenguaje es el instrumento a través del cual se experimenta y se expresa el amor. Alencart, al igual que los trovadores, utiliza un lenguaje altamente elaborado y lleno de metáforas para capturar la complejidad de sus sentimientos. El amado se convierte en un objeto de culto y adoración, y el poeta busca en él una revelación de la verdad última. El poemario Poemas para una Amazona interpreta no sólo la historia del encuentro pérdida en la sublimación del personaje femenino, en la línea que realizara Dante Alighieri con Beatrice Portinari; sino también como la presencia de una lírica que rompe las convenciones superadas del amor cortés y busca un nuevo estilo, una nueva palabra poética que lo impulsa a describir experiencias donde la belleza, tanto física como espiritual, es considerada como una manifestación de la verdad y un camino hacia ella. Es el objetivo de los poetas místicos buscar en la belleza del amado una revelación de la
divinidad.

(…)
Bate los brazos, Amazona mía, y así volarás,
Hacia el otro lado donde ahora estoy
girando contigo en mi pensamiento
(…) (3)

Alencart es también un vasallo del corazón porque el campo semántico del Amor lo
estructuran en una visión atemporal:

(…)
Sucede que el amor
no tiene planes organizados
y sí muchísimo misterio,
aletazos de mensajes sin edad.
(4)
(…)

El amor, en su obra, no se limita a un momento específico o a una experiencia particular. Es más bien un estado de ser, una condición humana que perdura a través del tiempo y las circunstancias. Es una fidelidad a la esencia. El amor en Alencart se vincula con lo trascendente, con aquello que va más allá de la vida y la muerte. Es una fuerza que conecta al individuo con el universo y con lo divino.

(…)
Así estoy entre tu carne;
así estoy entre tu espíritu.
(5)

Alencart atribuye cualidades humanas a conceptos o entidades abstractas. Esto crea imágenes vívidas y evocadoras que trascienden lo literal. El amor es visto como una fuerza tan poderosa que somete al amante, convirtiéndolo en prisionero de sus propios sentimientos.

(…)
Estaba escrito
que cayera prisionero de ti”
(6)

(…)

¡Nunca es demasiado tiempo
desde que eres mitad
de mi alma!
(7)

(…)

Esta metáfora sugiere una posesión temporal y transitoria. Lo femenino es visto como una ocupante temporal de un espacio que, en la mente del hablante, le pertenece por derecho.

(…)
A veces te sientes agraviada por el destino,
por no haberme tenido durante tanto tiempo
y por qué tuvo que ser otra mujer la huésped
de mis brazos y de todas mis atenciones.
Me dices que no sabes si llegaste a odiarme,
mientras te voy silabeando al poeta Catulo:
“Odi et amo. Quare id faciam, fortasse requiris.
Nescio, sed fieri sentio et excrucior.”
Al verte extrañada, recurro a González Iglesias:
“Odio y amo. Quizá me preguntes por qué.
No lo sé, pero así lo siento. Y sufro
(8)
(…)

La cita de Catulo y la traducción de González Iglesias sirven como un puente entre la experiencia personal y la universalidad del sentimiento amoroso. La poesía se convierte en un refugio y una forma de expresar lo inexpresable. Es en la metáfora de la mañana y la noche donde el poeta encuentra el equilibrio perfecto, ese instante en el que los opuestos se unen, creando una nueva realidad. Un eterno amanecer o un anochecer que no llega.

(…)

La mañana y la noche se juntan cuando logró trasplantar el misterio a mis palabras para que no concluyan las horas,
Amazona. (9)

(…)

Alencart utiliza el lenguaje como un puente entre lo divino y lo humano, explorando las posibilidades expresivas de las palabras, y. de este modo transmite las experiencias más íntimas y trascendentales. Nos sentimos conectados con la experiencia humana en todas sus dimensiones: la alegría, el dolor, la ausencia y la soledad. Alencart no explora solo el amor sino también el viaje iniciático hacia su interior, refugio donde la ausencia de mirada exterior se vuelve faro que ilumina el alma.

(…)

Bello sacrificio el tuyo,
alojándome
con los ojos cerrados.
(10)

NOTAS

(1) Pérez Alencart, Alfredo, Poemas para una Amazona. Editorial Summa, Lima, Perú, 2024 pp-32
(2) Op.Cit pp 38
(3) Op. Cit pp 16
(4) Op.Cit pp 23
(5) Op.Cit pp 29
(6) Op.CIt pp 21
(7) Op.Cit. pp. 21
(8) Op.Cit.pp 83
(9) Op.Cit.pp 84
(10) Op. Cit,pp 25

BAJO TENACES SOLES TE HE AMADO

Bajo tenaces soles te he amado,
oh mi Amazona, tú, la misma que nunca te diste
por vencida ni cuando te llovieron amarguras
o distancias, mientras poca era la luz que alumbraba
tus pasos hacia una ventana carnal de felicidad
profunda, como buscando vadear
ese destino donde el pulso de la vida
tembló demasiado para ti, atenta a cualquier
soplo de resurrección que encausara
tus aguas vacilantes o las plegarias por el árbol
más hermoso de tu selva, aquel
donde te subías y cuya savia era un antídoto más
que sorbías con placer, por tenaces soles
o por climas más fríos, después, cuando solicitabas
un envío a domicilio, un delivery,
como llaman hoy, igual de delicioso el néctar
que ansías en todo instante para nutrir hasta
la última célula de tu ser.

Bate los brazos, Amazona mía, y así volarás
hasta el otro lado donde ahora estoy
girando contigo en mi pensamiento, en mis ganas
de tenerte por este confín antípoda
donde debes ocultar tu rostro, pero desnuda,
pero deseosa, pero entregada
en este tiempo extraño donde seguimos
amándonos.

Con estas manos que moldearon tu cuerpo
te he amado y te seguiré amando,
a las orillas de dos ríos, tan suavemente
que cerraré mis pequeños ojos
y vibraré como nunca, en trance a otras
delicias, a otras manifestaciones
del deseo que nos vivifica,

oh, mi Amazona.

PRIVILEGIOS DEL CONFUSO

A veces confundo el mar con el amor
y braceo la noche entera
hasta agotar el agua de tu cuerpo.

A veces confundo el amor con las estrellas
y toda la enmelada noche me embarco
en singladuras increíbles por tu cosmos.

A veces confundo las estrellas con tus labios
y esa noche deliciosa, bajo las primeras
lavas, muerdo tu abierta boca para siempre.

A veces confundo los labios con tu cintura
y a ella me agarro con felicidad tremenda
hasta que resplandezca la noche complaciente.

A veces confundo la cintura con tus sentidos
que velan mis armas en apogeo, y saco
brillo a la envolvente noche de los cuerpos.

A veces confundo los sentidos que completan
con el eco de tu voz que se enmadeja
en la aurora boreal de mis ofrendas.

Tengo el privilegio de gozar de tu íntimo arrullo
para mi confusión tan deslumbrante.

Así estoy entre tu carne;
así estoy entre tu espíritu.

PARA TODO ALCANZA ESTE AMOR

Para todo alcanza este amor que se desvela
y, antes que cante el gallo, te ofrece
una sabrosa ración para mañana, una tormenta
en flor por los pasadizos de la aventura
o del incendio secreto por los cuatro puntos
cardinales de tu cráter activo, esperando
que las aguas plácidas invadan tu garganta
gimiente en los adentros donde me deslizo,
donde me desparramo, donde llamaste
a mi puerta este amanecer y yo respondí
tocándote, ofreciéndote mis vestigios
de experiencia bajo ninguna lumbre escénica
y sí vencedor de todo intento de huida
o reclamaciones desacordes con los hechos.
Para todo alcanza este amor que es claridad,
aún de madrugada cuando te humedezco
solo con pensarte, con ir anotándote palabras
que solo tú descifras y reaccionas
al instante, porque necesitabas compañía
y la activación de la rueda del gozo
en el tálamo nupcial, crucificándonos
a la espera del alba, mientras mis manos
nunca terminarán de recorrerte, magnetizadas
a tu piel, a tu torso que otra vez se da vuelta
y te asfixio entre mis piernas, incansables
de este amor que para todo alcanza.

¿LOCURA?

¡Probar tu carme me transforma en un loco
que solícito se encadena o pide crucificarse
a tu costado!¡Libar tu vino es justificación
para saberte manantial que saciará mi sed!

¡Un soplo al oído sin manoseo en la herida
al par de épocas jeroglíficas!¡Tantas veces
esta locura sagrada y telúrica! ¡Sempiterno
lo ardiente adorable de aquello numinoso!

¡Cuánta locura de limpio aliento meciendo
extremidades, vibrando sin obviar caireles!
¡Cuánta locura crepuscular e intraducible!
¡Cuánta locura lo de clavar y desenclavar!

¡Cuánta locura por esperar renacimientos!
¿Seguirte se considera misión o privilegio?
¿Estar contigo es cantar todos los cantares?
¿Acaso podré ungirte las selectas esencias?

¡Probar tu carne, masticarla en el más acá!
¡Libar tu vino, embriagándome con calma
hasta que engendremos el azul de la dicha!
¡Ser el loco al que sólo se asigne tal tarea!

¿Incapaz el loco para amar de esta manera?


Alfredo Pérez Alencart (Puerto Maldonado, Perú, 1962). Poeta peruano-español, profesor de la Universidad de Salamanca desde 1987. Es miembro de la Academia Castellana y Leonesa de la Poesía y de la Academia de Juglares de San Juan de la Cruz de Fontiveros. También es director, desde 1998, de los Encuentros de Poetas Iberoamericanos que se celebran en Salamanca. Su poesía ha sido parcialmente traducida a 50 idiomas y ha recibido, por el conjunto de su obra, el Premio de Poesía Medalla Vicente Gerbasi (Venezuela, 2009), el Premio Jorge Guillén de Poesía (España, 2012), el Premio Humberto Peregrino (Brasil, 2015), la Medalla Mihai Eminescu (Rumanía, 2017) y la Medalla José María Eguren (Lima, 2023), entre otros. También es presidente del jurado del Premio Internacional de Poesía António Salvado-Ciudad de Castelo Branco (Portugal) y del Premio Rey David de Poesía Bíblica Iberoamericana (España), Tiene publicados veinte poemarios, cinco plaquetas, diez antologías. Se han publicado seis libros de ensayos sobre su poesía, con trabajos de más de doscientos académicos y escritores.


Ángela Gentile nació en Berisso, Argentina en 1952. Es profesora de lengua italiana y española. Especialista en escritura y literatura, como en políticas y programas socio-educativos. Además, fue becaria de la Universidad de Perugia y traductora e investigadora del Centro de Estudios Italianos (UNLP). Recibió el Premio Nacional de Literatura y Poesía de la Bienal 1985-87 por el Ministerio de Educación y Justicia de la Nación Argentina, el premio de la Fundación El Libro a la prensa gráfica, por la co-dirección de la revista Etruria; fue nombrada Ciudadana Ilustre de la ciudad de Berisso en 2014. Co-dirige Biblos 03, un programa de promoción de la lectura literaria y editó los siguientes poemarios: Escenografías, Cantos de la Etruria, Cuernos de marfil, Palabras originarias, Poesía de tradición oral; La mirada de Deméter (italiano-español), Los pies de Ulises (griego-español); Diáspora griega en América, Bizancio; Madrás (L’ Harmmattan-Francia; Labirinto en Portugal),”Palabras, la voz de las mujeres indígenas, Voces olvidadas, Las lenguas y las canciones de cuna de la inmigración y Desde el origen antología de tradición oral.

Ángela Gentile y A. P. Alencart, en Madrid

Imagen de cabecera: A. P. Alencart, Foto de Jose Amador Martín

 




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